El callejón, que nace en la confluencia con la calle San Antonio y que finaliza en la calle Tagoro, tiene una longitud de 237,60 metros, de los que faltaban por urbanizar 42 metros. Las obras en esta vía, destinada al tránsito peatonal, han consistido esencialmente en la demolición del mortero existente, la excavación del terreno natural para crear la plafaforma de asentamiento, la impermeabilización, la pavimentación y chapado con piedra natural, así como la ejecución de un canal para la evacuación de las aguas procedentes de las lluvias.
Según explica González Cejas, se concluye de este modo una obra que da respuesta a una antigua demanda vecinal en esta parte de Granadilla, ganándose en imagen y en accesibilidad para los residentes y usuarios que transitan por la zona. Por su parte, José Manuel García argumenta que se trata de una vía estrecha y en pendiente, que necesitaba de una urgente rehabilitación por el precario estado en que se encontraba y de que se le dotara de las cotas de seguridad adecuadas para la población.
Esta actuación se enmarca en el Plan Integral de Actuaciones que la Concejalía de Obras está llevando a cabo en todos los barrios del municipio hasta finales de año y para la que se cuenta con una partida económica superior al 1.900.000 euros, y que contempla alrededor de 60 obras de la que se están beneficiando los distintos núcleos.
Los responsables municipales alegan que se trabaja día a día para solucionar los problemas de la población y para cumplir sus peticiones y demandas, a través de la realización de obras como éstas, que son de menor envergadura pero de igual relevancia y tan necesarias para la ciudadanía como pueden ser las grandes infraestructuras.