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02 Mar

La suspensión de la ITE disminuye la seguridad de los ciudadanos en Santa Cruz de Tenerife

Tenerife/ FEPECO considera que supone un mal precedente y es otro ejemplo de la continua improvisación que domina la toma de decisiones en Santa Cruz.

Ante las numerosas quejas que FEPECO ha recibido en los últimos días de profesionales, empresarios, ciudadanos y comunidades de propietarios, sobre la suspensión de la Inspección Técnica de Edificios, ITE, en Santa Cruz de Tenerife, la Federación quiere manifestar su gran preocupación porque se trata de un duro golpe para la seguridad de la ciudadanía. FEPECO considera que la suspensión de la ITE supone un mal precedente y es otro ejemplo de la continua improvisación que domina la toma de importantes decisiones en el Ayuntamiento capitalino.

No es comprensible que por algunas reivindicaciones de plataformas sociales minoritarias, se suspenda una normativa que vela principalmente por la seguridad de las personas. De hecho, cabe preguntarse si el Ayuntamiento de Santa Cruz asumirá responsabilidades subsidiarias por posibles accidentes que se puedan producir en las vías públicas o inmuebles de la ciudad por la inseguridad de los elementos constructivos de muchos edificios, cuyo mantenimiento se ha pospuesto una vez más al suspenderse la ITE.

Además, esta suspensión ha provocado un agravio comparativo entre ciudadanos que no han afrontado la tramitación de la ITE y aquellos propietarios o comunidades que sí han cumplido en tiempo y forma con la norma, a veces con un importante agobio económico y temporal. Hay que recordar que, según manifestó hace unas fechas el concejal de Urbanismo de Santa Cruz de Tenerife, de los 6.000 edificios que tenían que pasar la ITE entre 2013 y 2014, unos 2.000, el 40%, ya han cumplido con este control. Para la Federación, los propietarios de esos 2.000 inmuebles han demostrado su responsabilidad a la hora de asumir sus obligaciones en materia de seguridad.

FEPECO recuerda que todas las edificaciones tienen una vida útil y necesitan de un mantenimiento continuo, que garantice los niveles de seguridad y habitabilidad establecidos en la normativa. Los verdaderos beneficiados de la ITE son los propietarios y usuarios de los inmuebles, ya que el objetivo prioritario de este control es garantizar la seguridad de uso, tanto de los ocupantes de los edificios como de otras personas. La aplicación de la ITE también favorece la existencia de un parque de viviendas dignas y adecuadas para todo el mundo, garantizando unos parámetros mínimos de higiene y salubridad. Por todo esto, los ciudadanos no deben ver la ITE como un trámite de obligado cumplimiento.

La Federación es plenamente consciente de que hay situaciones sociales que hacen difícil asumir la ITE. Pero la seguridad en los inmuebles y en las ciudades es un derecho para todos los ciudadanos. Y la realidad es que muchos edificios de Santa Cruz presentan carencias de mantenimiento que pueden ser peligrosas. Por todo ello, y dado que la vivienda también es un derecho fundamental, desde la Federación se solicita a las autoridades que se adopten las medidas fiscales y los instrumentos de ayuda que sean necesarios para que los propietarios, los usuarios de los inmuebles y los ciudadanos en general que transitan por los espacios públicos, puedan habitar en la ciudad en condiciones de seguridad.

En cuanto a la apertura de nuevos procesos de diálogo sobre la ITE, hay que recordar que se lleva hablando de este tema desde hace años. Y llega un momento en el que hay que tomar decisiones firmes. La ITE en Santa Cruz deriva de la legislación española y europea. Es una norma que se está aplicando en muchas ciudades, pero parece que, una vez más, Santa Cruz se queda fuera de una gestión urbanística moderna.

La patronal de la construcción considera que las administraciones públicas tienen el deber de velar por el mantenimiento y conservación del parque inmobiliario de las ciudades. Y también tienen la responsabilidad de concienciar a la ciudadanía sobre todos los aspectos positivos que implica la cultura del mantenimiento de las edificaciones, que además de la seguridad, también contribuye al bienestar de la sociedad y a la cohesión social, así como a la protección del patrimonio, el paisaje urbano y el medio ambiente.

Sin duda, el mantenimiento de las edificaciones supone una inversión en seguridad y tranquilidad, un ahorro de energía en algunos casos, la prolongación de la vida útil de un bien muy costoso y una mejor calidad de vida para toda la ciudadanía.

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