El Consistorio local ve muy corto poder estudiar con rigor y en dos meses un proyecto complejo y de más de 1.000 folios. Más cuando uno de los dos meses es agosto: periodo vacacional de muchas de las personas afectadas y para los propios ayuntamientos que tienen a parte de su personal técnico de vacaciones.
La propuesta fue llevada a un pleno extraordinario por el alcalde, Álvaro Dávila, quien fundamentó la misma, además de por lo citado, por "la relevancia e incidencia socioeconómica y medioambiental del documento que se expone". Por lo que, añade el mandatario municipal "será necesario que las administraciones públicas afectadas en el ejercicio de sus competencias puedan exponer, de manera suficiente y motivada, las exigencias que resulten de los intereses públicos, y cuya gestión le esté encomendada".
Del mismo modo el Ayuntamiento entiende muy corto el periodo fijado para los ciudadanos, por cuanto el plazo debe ser el suficiente para permitir hacer posible "la participación de los ciudadanos en procesos de ordenación como el presente, en cuanto a cauce para colaborar en la toma de decisiones que puedan afectar a su calidad de vida. A lo que se une poder de tener la oportunidad de aprovechar las ideas y conocimiento local de los afectados, a través de los trámites de información pública y de consultas por las que puedan hacer llegar sus consideraciones a las administraciones de la manera más efectiva posible".