Las coladas de lava, que afectan ya a más de 430 hectáreas y han formado una fajana de lava de 38 hectáreas en los acantilados de Tazacorte fluyen también por un tubo lávico que facilita la evacuación del magma. Los científicos mantienen monitorizadas las coladas que se han bifurcado dañando algunos cultivos e inmuebles en su camino al mar.
La red de vigilancia volcánica de seguimiento del Instituto Geográfico Nacional (IGN) sigue detectando nuevos sismos en el entorno de la erupción del volcán, el más fuerte, de magnitud 4,3 registrado este jueves, y más de 6.000 personas siguen desalojadas de la zona afectada por el volcán.
Mientras, las diferentes administraciones se coordinan para la reconstrucción de la isla, tras haber aprobado el Consejo de Ministros el segundo paquete de ayudas de más de 213 millones de euros. Dos plantas desaladoras portátiles se encuentran ya en la isla de La Palma y, según el Gobierno canario estarán instaladas en Puerto Naos en un plazo de dos semanas, garantizando un caudal de riego a los cultivos de más de 5.000 metros cúbicos diarios. También se espera la llegada de un buque cisterna con 30.000 metros cúbicos de agua.