Esto ocurre, muchas veces, por el escaso número de profesionales que hay en algunas especialidades, como consecuencia de la política de no abrir las listas y permitir la incorporación de nuevos docentes, lo que genera inestabilidad en el propio sistema educativo.
El sindicato con más representación en la enseñanza pública de las Islas exige que el departamento que dirige Soledad Monzón deje de abusar de esta modalidad de contratación, que fue ideada para situaciones extraordinarias, pero que se está convirtiendo en una situación habitual, y que aborde la situación de las listas de sustitución en Canarias.
Para poder optar a uno de estos "llamamientos digitales", el docente debe estar dentro de alguna lista, aunque no sea aquella para la que se efectúa la oferta. Es decir, si un docente está en la lista de sustitución para Educación Infantil y no se encuentra trabajando puede optar a una plaza de profesor de Inglés si cuenta con esa titulación.
El curso pasado, 24 de las cerca de 150 especialidades de las que constan los cuerpos docentes no universitarios no tenían ni un solo sustituto disponible en el Archipiélago. Entre ellas se encontraban Latín, Griego y Procesos Sanitarios, en Secundaria; Procedimientos Sanitarios y Asistenciales y Servicios de Restauración, en el cuerpo de técnicos de Formación Profesional; o Francés o Inglés, en las escuelas oficiales de idiomas
Pedro Crespo, presidente de ANPE CANARIAS, explica que esta modalidad de contratación es injusta para todos aquellos docentes que están preparados y podrían estar en las listas de sustitución. Además, el máximo representante del sindicato cree que Educación se ha visto obligada a utilizar este procedimiento en demasiadas ocasiones por la falta de profesorado, lo que pone de manifiesto la necesidad de abrir las listas en algunas especialidades que se encuentran prácticamente vacías. La inestabilidad asociada a este sistema se traduce en las aulas. "Así es más complicado cubrir las bajas en tiempo y forma y afrontar los imprevistos", zanja Crespo.