Para el colectivo, resulta "inadmisible" que un representante estudiantil no pueda responder a una entrevista dentro de las instalaciones universitarias. Se debe señalar que las formas en las que se informó al equipo de televisión y al representante estudiantil "no fueron las apropiadas", y se alejan completamente del "talante democrático y transparente" que debe tener una institución pública.
Para AMEC, este suceso se enmarca dentro de la "deriva autoritaria" que sufre la gestión del rector Martinón y su equipo de gobierno. En este sentido, desde AMEC consideran que las diferentes organizaciones y agentes sociales "deben plantearse empezar a fiscalizar la Universidad, puesto que no se puede seguir consintiendo la gestión autoritaria de una institución de enseñanza que se financia con dinero público".