Según el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, este Plan "constituye un importante esfuerzo a la implementación de los objetivos y recomendaciones de la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el SNS y facilita, además, el proceso para su implantación en otros centros del Sistema Nacional de Salud". Además, destaca que su enfoque innovador mejora la calidad de las intervenciones en promoción de la salud y prevención a todos los niveles.

En el curso 2017/18 en el marco de este proyecto se repartieron frutas y verduras frescas a 80.228 escolares en un total de 375 centros educativos de todo el Archipiélago lo que, respecto al curso anterior, supuso un aumento del 47% del número de escolares y del 78% respecto al de centros.

El Plan, que tiene el propósito de potenciar su consumo y promover hábitos de vida saludables entre los jóvenes, consiste en la distribución de frutas y hortalizas a razón del suministro semanal de una ración, de entre 120 y 180 gramos, durante 10 semanas (entre febrero y mayo) a escolares de entre 3 y 12 años para su degustación en el horario del recreo y la realización de unas acciones educativas, que tienen una importancia destacada para promover el cambio de comportamiento en el consumo y su sostenibilidad a lo largo de la vida.

El Servicio de Promoción de la Salud de la Dirección General de Salud Pública diseñó y elaboró los contenidos y materiales de las acciones educativas, consistente en talleres impartidos a escolares divididos por grupos de edad. Además, planificó y llevó a cabo la formación, asesoramiento y seguimiento a los docentes para su implementación en el aula coordinadamente con las consejerías de Educación y Agricultura.