La directora general de Centros, Infraestructuras y Promoción Educativa de la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Laly González, ha confirmado que los niños y niñas y la comunidad educativa en general pueden incorporarse al inmueble con total garantía de seguridad, toda vez que las primeras pruebas llevadas a cabo con carácter de urgencia por parte de una empresa externa especializada hayan concluido que solo es necesario cerrar temporalmente aquellas zonas del centro cuyos elementos se han visto dañados.
Este departamento acometerá las obras de reparación de manera inmediata, en cuanto la empresa de análisis de estructuras finalice los ensayos y pruebas del material, de manera que los espacios afectados puedan ser restituidos a la mayor brevedad.
Dada la dimensión del CEIP La Corujera y su distribución en edificios independientes, se ha podido reorganizar al alumnado y las actividades en aulas alternativas muy fácilmente y sin necesidad de reducir servicios. Así, Laly González aseguró que la cocina ya se puede utilizar, que el comedor se reabrirá en cuanto se confirme definitivamente que no está afectado y que la obra más importante, la reparación del techo del aula de música, se contratará tan pronto como se disponga del diagnóstico definitivo.
Con respecto al comedor, la directora general anunció que el CEIP contará con un refuerzo de personal mientras dure su desplazamiento a otra zona del centro, más alejada de la cocina, para mantener la calidad de la prestación del servicio. En estos días se ha estado organizando el traslado de las aulas afectadas a otras en módulos que no han sufrido los problemas derivados de la humedad, permitiendo así que la comunidad educativa pueda continuar el curso.
Los técnicos aseguran que el CEIP La Corujera no presenta riesgos de estabilidad estructural y que las lesiones que se evidenciaron con los desprendimientos de elementos aligerantes y bovedillas de hormigón del techo de una de las aulas se corresponden con elementos secundarios, se deben a humedades localizadas y son totalmente reparables.
A la espera de nuevos análisis químicos de los materiales recogidos, la empresa recomendó el cierre temporal del comedor, el aula de música y un aula de infantil, que son las instalaciones que se han trasladado provisionalmente a otros edificios del centro. Además, en los próximos días se van a hacer pruebas de carga que aseguren también el uso de las estancias afectadas para que se retome la actividad a pleno rendimiento lo antes posible.
"El informe definitivo de la empresa especializada se espera para los próximos días y confirmará las actuaciones a seguir", ha explicado Laly González, quien asegura que "la seguridad de la comunidad educativa está por encima de todo".
Cronología
El 13 de diciembre de 2019 se produjo un desprendimiento en la parte interna del techo de la cubierta del bloque sur que colinda con la calle Pino Alto. Cascotes de revestimiento de mortero y trozos de las bovedillas -que constituyen el forjado inclinado de la cubierta junto con semiviguetas de hormigón (degradadas por oxidación) cayeron, generando la alarma de la comunidad educativa, que en ese momento no estaba haciendo uso del aula en cuestión. Técnicos de la Dirección General Centros, Infraestructuras y Promoción Educatica de la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, y del Ayuntamiento de Santa Úrsula realizaron de manera inmediata una inspección visual del aula dañada y las aulas del mismo edificio, así como de los techos de la segunda planta del módulo central y del comedor, que presentaban grietas. El primer informe técnico del ayuntamiento recomendaba el análisis minucioso de la infraestructura para descartar afecciones más graves, así como el cierre de las aulas afectadas o con fisuras en los revestimientos de los forjados del techo y la interrupción de las clases en todo el centro escolar hasta disponer del informe técnico.
La directora general, Laly González, visitó el centro con la directora y representantes del centro y el consistorio y tras comprobar personalmente los daños y las posibilidades del CEIP, anunció la contratación urgente de una empresa de análisis de edificaciones para conocer a la mayor brevedad la situación. Cabe recordar que la comunidad educativa se mostró especialmente preocupada ante la posibilidad de que fuera necesaria la reubicación del alumnado y del profesorado en otros centros del municipio, si el problema era más grave de lo que en principio aparentaba, por lo que esto implicaba en el desarrollo del curso.
Dentro de la gravedad del problema, las circunstancias que han rodeado la evolución, han ayudado a acelerar los procedimientos. A pesar de que solo restaban cuatro días del comienzo de las vacaciones navideñas, se pudieron llevar a cabo los trabajos de diagnóstico que se prolongaron durante el cierre del centro. Una vez confirmado que el CEIP puede continuar con su actividad, la naturaleza en sí misma del centro, grande y dividido en bloques independientes, ha posibilitado la vuelta a la normalidad.
Así se explicó el pasado martes, 7 de enero, día previo a la vuelta a las clases, en la reunión que mantuvo la directora general, representantes del ayuntamiento, técnicos de ambas administraciones y el equipo directivo del colegio con los padres de los alumnos y alumnas, en el salón de Plenos del consistorio de Santa Úrsula.