Explica el alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez, que "es el cuarto año consecutivo en que se mantiene un total de 14 becas de este tipo, que a nuestra llegada al gobierno municipal en 2011 eran tan sólo 8 y fuimos progresivamente incrementando su número hasta estimar la cifra adecuada para que sus alumnos beneficiarios pudieran desarrollar estas labores objeto de la beca en la Biblioteca Viera y Clavijo y en toda la red de bibliotecas periféricas del municipio y otros edificios públicos de la localidad".
"Estas becas municipales mantienen su objetivo de ayudar a los estudiantes universitarios en dos vertientes, por un lado para que puedan adquirir una nueva experiencia formativa en el ámbito de la biblioteconomía y la dinamización cultural, educativa y deportiva, y por otro como línea de apoyo económico familiar para que puedan seguir desarrollando sus estudios", resalta el edil realejero.
Durante la reunión de este viernes se establecieron los horarios y se detallaron las características y funciones a desarrollar en las diferentes instalaciones públicas en las que llevarán a cabo las acciones de promoción establecidas, "con lo que se consigue reforzar asimismo los servicios públicos y la atención ciudadana directa o indirecta a través de actividades desarrolladas en los diferentes espacios municipales", tal y como indica Carmen Rosa Pérez.
Isabel Socorro insiste en que "el municipio de Los Realejos dispone de la mayor red de salas de estudio del norte de la isla con 10 centros habilitados en los barrios, ya que a la Biblioteca Municipal Viera y Clavijo y la Sala de Estudio Rafael Yanes del Parque de San Agustín, que ofrecen horario de servicio de mañana y tarde, y que lo hacen en horario intensivo hasta medianoche durante los períodos de exámenes, se suman otros ocho espacios en horario de tarde como son los de los centros socioculturales de Realejo Bajo, La Montaña, Palo Blanco, La Ferruja y Las Llanadas, los colegios CEIP Toscal Longuera y CEO La Pared de Icod el Alto y el Centro Municipal ubicado en La Cruz Santa".
Los universitarios solicitantes de estas becas se sometieron al baremo de una serie de requisitos estipulados en las bases reguladoras donde se valoraron los recursos económicos familiares, la experiencia en la realización de prácticas en centros culturales y educativos, la participación en actividades socioculturales, los cursos de formación en animación y dinamización sociocultural y biblioteconomía y los conocimientos informáticos, entre otros criterios de priorización.
Además de ofrecer un apoyo complementario al trabajo del personal municipal, estos universitarios, al final del período de disfrute de la beca, tienen que elaborar una memoria de las actividades desarrolladas y de propuestas a incluir con el fin de mejorar los servicios municipales, algo que nos ha servido de mucha ayuda a lo largo de los últimos años en este sentido.
