Torbay se detuvo a analizar el grado de cumplimiento que han tenido hasta ahora los nueve ejes que conforman el Plan de Igualdad de la Universidad de La Laguna, y que son Políticas de Igualdad; Políticas de Responsabilidad Social; Comunicación, Imagen y Lenguaje; Acceso, Selección y Promoción; Acoso y Actitudes Sexistas; y Condiciones Laborales.
En líneas generales, consideró que las políticas de igualdad poseen un buen grado de implantación en la institución, señalando la existencia del propio plan como hito. Sin embargo, abundó en la necesidad de avanzar mucho más en la sensibilización para que la igualdad sea un valor totalmente normalizado: "No basta con celebrar el 8 de marzo, es un trabajo de los 365 días del año".
En el área de la Responsabilidad Social recalcó la importancia de que la Universidad de La Laguna cuente con un Máster en Estudios de Género y Políticas de Igualdad, así como el hecho de que la Unidad de Igualdad colabore o pertenezca a múltiples asociaciones e instituciones relacionadas con el género. Otro aspecto en el que cree que se ha avanzado pero que necesita seguir siendo impulsado es el uso del lenguaje no sexista en las comunicaciones e impresos institucionales.
Al hablar de plantillas, la de profesorado se encuentra en una proporción del 40% de mujeres y 60% de hombres, lo cual se considera en los límites de la horquilla de "equidad". Así, la situación no es mala, pero exige vigilancia porque la posibilidad de que aumente la desigualdad es real. En el PAS se observó una clara discrepancia entre el Funcionario y el Laboral: en el primer grupo las mujeres eran mayoritarias en los grupos de mayor y de menor remuneración, mientras que en el segundo se da la situación contraria, con esos puestos dominados por hombres.
En cuanto al alumnado, la equidad es más o menos relativa en casi todas las áreas de conocimiento, pero en Ingeniería y Arquitectura la situación es "alarmante", con solo un 21,7% de alumnado femenino en grado y un ínfimo 12,4% en másteres. Por ello, Torbay enfatizó la necesidad de "hacer una incisión en la cultura" para evitar que siga existiendo esa brecha, trabajando desde Secundaria para mejorar los datos en esas titulaciones a cinco o diez años vista.
Las mujeres también están infrarrepresentadas en investigación, pues solamente un 35% de ellas están participando en proyectos y, de ese porcentaje, solamente el 30% son investigadoras principales. A nivel salarial, no existen diferencias en las plantillas, pues al ser una institución pública las remuneraciones están legalmente fijadas por igual, pero sí las hay en los complementos retributivos: como a las mujeres les cuesta más llegar a puestos de gestión como decanatos o direcciones de departamento, y acceden en menor grado a cátedras y titularidades, los complementos salariales correspondientes se están concentrando en la población masculina. Otro elemento claramente desigual es el de las ayudas a la conciliación, que solamente son solicitadas por un 15% de hombres.
Para tratar de combatir estos desequilibrios, desde este año la Unidad de Igualdad está impartiendo un curso online voluntario para el alumnado de nuevo ingreso, en el cual se le imparte nociones sobre la diferencia entre género y sexo, el acoso, la discriminación o los recursos que ofrece al respecto la Universidad de La Laguna. Por ahora, se han interesado por esta formación complementaria 29 de las 47 titulaciones existentes, y la recepción que está teniendo es positiva.
Manifiesto
Previamente, Ángela Torbay había hecho lectura del ya tradicional manifiesto que, como cada 8 de marzo, redacta de manera consensuada la Red de Unidades de Igualdad de Género de las Universidades españolas para la Excelencia Universitaria. El acto fu presentado por la rectora, Rosa Aguilar, quien antes de dar paso a la ponente, señaló que, pese a los avances experimentados en materia de igualdad, es necesario seguir empujando en ese sentido y sumando apoyos, en especial en unos momentos en los que hay posturas reaccionarias en algunas instituciones que pretenden frenar ese camino. También reivindicó el uso sin complejos del término "feminismo", el cual es mucha veces tergiversado o ridiculizado, pese que en verdad implica "igualdad, inclusión, unidad, concordia y también justicia".
El manifiesto, que puede leerse en su totalidad a través de este enlace, recordó que la crisis sanitaria de la Covid-19 se ha cebado especialmente sobre las mujeres, ya que ha hecho patente "la feminización de la pobreza, mayor exposición debido al rol de cuidadoras, mayor vulnerabilidad en situaciones de violencia de género y de abuso infantil, y crecientes problemas relacionados con la conciliación y la corresponsabilidad". También señala como aspecto positivo el trabajo que se está realizando en las universidades en esta materia, destacando la labor desarrollada por las unidades de Igualdad de Género, y culminó con una exigencia para que "la perspectiva de género impregne todas las políticas universitarias". Todo el acto puede seguirse en esta grabación.
