No obstante, la organización es consciente de que el esfuerzo exclusivo de los profesionales de la educación no es suficiente para acabar con esta lacra y recuerda que es obligación de las administraciones y del conjunto de la sociedad aunar esfuerzos en una sola dirección y con un único fin: eliminar la violencia contra las mujeres.
Por ello, ANPE demanda una mayor inversión tanto en formación específica del profesorado como del resto de profesionales que prestan servicios en los centros educativos, especialmente dentro del servicio de Orientación. El sindicato entiende que potenciar las escuelas de padres y madres y redoblar la colaboración con las distintas instituciones locales son otras de las medidas necesarias para avanzar en la erradicación de esta pandemia que en el siglo XXI sigue representando la violencia contra la mujer.
En los últimos años se han dado pasos firmes, pero insuficientes, en este sentido. Por ello, ANPE considera que es necesaria una mayor inversión por parte de las administraciones públicas para implantar medidas eficaces que permitan concienciar y dotar a las futuras generaciones de herramientas suficientes para distinguir, prevenir, evitar y denunciar cualquier acto de violencia física, sexual y psicológica contra la mujer, especialmente en un momento histórico en el que internet y los dispositivos móviles han alumbrado nuevas formas de agresión.
Por todo ello, el 25 de noviembre, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ANPE continúa defendiendo la necesidad de mejorar el clima de convivencia en las aulas como parte de la educación integral de la persona. "Seguiremos trabajando por una educación basada en la igualdad de los derechos y oportunidades de todas las personas, sin distinción de sexo ni de ningún otro tipo de discriminación, que elimine cualquier tipo de violencia en todas sus formas", señala Pedro Crespo, presidente de ANPE Canarias.
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