El indicador de abandono temprano se define como el porcentaje de población entre 18 y 24 años que tras completar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) no ha seguido ningún tipo de estudio o formación en las cuatro semanas anteriores a la realización de la entrevista, según recoge el Ministerio de Educación y Formación Profesional en una nota metodológica. Los últimos datos disponibles se pueden consultar a través del siguiente enlace: http://estadisticas.mecd.gob.es/EducaDynPx/educabase/index.htm?type=pcaxis&path=/laborales/epa/indi_new&file=pcaxis&l=s0
En la elaboración de este parámetro se incluye información de la Encuesta de Población Activa (EPA), desarrollada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y está enmarcado en la Estrategia Europea 2020, que se calcula con la metodología de Eurostat a partir de las medias anuales de datos trimestrales.
En el archipiélago, el dato por sexos entre 2021 y 2022 revela que, en el caso de los alumnos, se registró una disminución del 1% al pasar del 17% al 16%, mientras que en el de las alumnas hubo un incremento del 1,2% hasta situarse en el 7,3% el año pasado. Sin embargo, en los tres años previos a 2022 la tendencia entre las mujeres ha sido a la baja, al pasar del 16,7% en 2019 al 14,7% en 2020 y al 6,1% en 2021.
La consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Manuela Armas, ha señalado que "existen muchos condicionantes que influyen en la permanencia de un alumno o alumna en el sistema educativo, pero no cabe duda de que contar con una oferta atractiva y diversa para los jóvenes es determinante, especialmente en la FP Básica".
Los datos de los últimos años son, en parte, resultado de las actuaciones llevadas a cabo por el Gobierno de Canarias desde el inicio de la presente legislatura con el objetivo de que el estudiantado continúe su formación más allá de la ESO. En este sentido, destaca la ampliación y diversificación de la oferta de Formación Profesional en Canarias, así como las medidas puestas en marcha para reforzar la atención a la diversidad del alumnado, entre las que se encuentra el incremento de las plantilla docente o la bajada de ratios en algunos niveles de la enseñanza no universitaria, además del trabajo desarrollado por la comunidad educativa a través de proyectos como esTEla o PROA+, entre otras acciones.