El Proyecto dispone de un presupuesto global de 200.000 euros, que ha sido distribuido entre los ayuntamientos de la Isla, atendiendo a diferentes criterios. De igual modo, entre las ocupaciones de los contratados destaca la de peón de servicios múltiples, animador sociocultural, auxiliar de ayuda a domicilio, auxiliar técnico educativo o conserje.
Los criterios han sido, entre otros, el 20 por ciento de fondo de solidaridad (lo que supone que cada municipio recibió un mínimo de 1.379 euros), la dotación con un cinco por ciento más a los municipios de menos de 20.000 habitantes, la distribución del 25 por ciento del recurso teniendo en cuenta el número de parados por municipio en relación al resto de la Isla, y el 50 por ciento del recurso teniendo en cuenta el desempleo real.
Aurelio Abreu destacó que "este Proyecto de Actuación Social es fruto del consenso de todas las administraciones locales, que trabajaron para priorizar las necesidades existentes en el campo de los Servicios Sociales".
Se trata, por tanto, de una colaboración entre administraciones públicas, que garantiza la financiación externa completa del contrato de trabajo, sin que suponga para las corporaciones municipales un incremento del gasto público. El municipio aprovechará el recurso en beneficio del usuario y de la unidad familiar y reforzará la adquisición de habilidades para la inserción laboral, y propiciará acciones donde se incluyan a los distintos miembros de la unidad de convivencia para favorecer un itinerario para cada uno de sus miembros.
Este Proyecto de Actuación Social tiene carácter finalista, puesto que persigue la ocupación y la formación de nuevos hábitos de vida. Pretende dar respuesta a las necesidades que han surgido en los últimos tiempos, originadas por el contexto social y económico existente.