El edil de Obras Públicas, Vivienda y Patrimonio Histórico, ha declarado que se ha estudiado cada caso en particular determinando, tras visitar cada vivienda, el estado de conservación y urgencia de cada intervención. En este sentido, se han valorado las condiciones de salubridad y habitabilidad de los inmuebles, además de la necesidad de adaptarlos a las situaciones de discapacidad o dependencia permanente de los miembros de la unidad familiar.
Para acreditar la inexistencia de recursos necesarios para afrontar la intervención, el departamento de trabajo social de Fomentas ha estudiado la situación económica y social de cada familia, considerando además el número de ascendientes y descendientes en cada caso.
De este modo, los expedientes serán remitidos al Consorcio de Viviendas de Gran Canaria quien, en base a la documentación y valoración aportada por el Ayuntamiento, determinará finalmente los beneficiarios de las ayudas que estarán destinadas exclusivamente a sufragar los costes de la intervención solicitada.