Miranda Navarro recordó durante su ponencia, que llevaba por título Jurisprudencia de los Tribunales en materia de Derecho de Familia, que el Derecho de Familia en el siglo XXI, en lo referente a la regulación del Código Civil español, es del año 81. "Han pasado casi treinta años y conservamos la misma legislación, por lo que la evolución del Derecho de Familia ha llegado más por vía de los tribunales, por la adaptación que ha hecho de la Ley a la realidad social, que por la vía legislativa".
No obstante, reconoció que la Ley ha avanzado en algunos casos, por ejemplo en matrimonio homosexual o en materia de custodia compartida. "Pero ha sido la jurisprudencia la que ha ido adaptando en lo posible la Ley a la realidad social".
El nuevo presidente del TSJC aseguró no entender los motivos por los que los legisladores son un poco perezosos a la hora de regular todo el Derecho de Familia, una situación que provoca cierto protagonismo tanto a los tribunales como al Ministerio Fiscal a la hora de proteger el Derecho de Familia y, en esencia, el derecho de los menores, que son la parte más importante en cualquier crisis familiar.
En ese sentido, recordó que los tratados internacionales sobre esta materia, que también vinculan a la Legislación española, establecen una especial tutela a favor del interés del menor.
En su opinión, ha sido todos estos aspectos lo que ha obligado a los jueces y fiscales españoles a interpretar las normas en asuntos como la custodia compartida, el régimen de visitas, la atribución de la vivienda conyugal, el régimen económico del matrimonio, ..., "una serie de instituciones familiares que están todavía muy anquilosadas y que se han ido adaptando dentro de lo posible a la realidad social", dijo.
Sobre la adaptación del Derecho de Familia interno a la legislación europea, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias afirmó que "España no la ha traspuesto aún y es necesario que lo haga cuanto antes".
"En nuestro país", dijo, "siempre vamos un poco retrasados a la hora de adaptarnos al Derecho europeo", y como ejemplo citó las cláusulas abusivas en los contratos de las hipotecas, "en las que los Tribunales europeos, a petición de un tribunal español, nos han tenido que decir cómo interpretar la norma".
