Afincado en Santa Cruz desde hace más de medio siglo, salió inducido por su mujer unos Carnavales disfrazado de su ídolo Charles Chapling.
Desde entonces no dejó de participar hasta convertirse en uno de los personajes más queridos por el público chicharrero.
Tras una larga lucha contra el Alzheimer, la isla se viste de luto por la pérdida de este hijo de adopción, que durante tantos años ejerció de embajador del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife en numerosos países y comunidades autónomas españolas.