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13 Sep

Los esfuerzos por reducir la mortalidad infantil han salvado la vida de unos 90 millones de niños en los últimos 22 años

Nueva York/ Si no se aceleran los progresos, 35 millones de niños menores de 5 años podrían morir entre 2015 y 2028

El esfuerzo conjunto de gobiernos, personas, la sociedad civil y el sector privado ha conseguido evitar la muerte de 90 millones de niños menores de cinco años en los últimos 22 años. Sin embargo, un nuevo informe de UNICEF indica que si las tendencias actuales continúan, el mundo no alcanzará el Objetivo de Desarrollo del Milenio número 4: reducir la tasa de la mortalidad de menores de 5 años en dos tercios para 2015. Peor aún, si las tendencias actuales continúan, el objetivo no se alcanzará antes de 2028.

 

El coste que supone no actuar es alarmantemente elevado: si la comunidad mundial no asume una acción inmediata para acelerar los progresos, alrededor de otros 35 millones de niños podrían morir entre 2015 y 2028, en su mayoría por causas que se pueden evitar.

Pero el informe demuestra que es posible lograr grandes mejoras en supervivencia infantil. A nivel mundial, el número anual de muertes de menores de 5 años se redujo de alrededor de 12,6 millones en 1990 a aproximadamente 6,6 millones en 2012. Durante los últimos 22 años, el mundo salvó unos 90 millones de vidas que de otra forma se podrían haber perdido.

"Sí, deberíamos celebrar los progresos", dice Anthony Lake, Director Ejecutivo de UNICEF. "¿Pero cómo podemos celebrarlo cuando todavía queda tanto por hacer para alcanzar el objetivo? Y podemos acelerar los progresos, sabemos cómo hacerlo, pero necesitamos actuar con un sentimiento de urgencia renovado", añade.

Hace tan solo un año, los gobiernos de Etiopía, India y Estados Unidos, en colaboración con UNICEF, presentaron El compromiso con la supervivencia infantil: Una promesa renovada, un esfuerzo mundial para impedir que los niños sigan muriendo debido a causas que se pueden prevenir fácilmente.

Hasta la fecha, 176 gobiernos han firmado el compromiso para acelerar los progresos por la supervivencia infantil. Cientos de grupos de la sociedad civil y entidades religiosas, así como individuos particulares, han comprometido también su apoyo.

El informe que hoy se presenta examina las tendencias de la mortalidad infantil desde 1990, analiza las causas principales y destaca los esfuerzos nacionales y mundiales para salvar vidas infantiles.

Los progresos alcanzados se deben a los esfuerzos colectivos de gobiernos, la sociedad civil y el sector privado, así como al aumento de intervenciones asequibles y basadas en pruebas empíricas. Entre esas intervenciones están las mosquiteras tratadas con insecticidas, los medicamentos, las vacunas, la lactancia materna apropiada, la administración de suplementos de nutrición y alimentación terapéutica, el tratamiento de rehidratación para la diarrea, y un mejor acceso al agua potable y el saneamiento.

La neumonía, la diarrea y el paludismo siguen siendo las causas principales de las muertes infantiles en el mundo, ya que acaban con la vida de alrededor de 6.000 niños menores de 5 años todos los días. La desnutrición contribuye a casi la mitad de todas estas muertes.

El primer mes de vida es el de mayor riesgo para un niño. En 2012, cerca de 3 millones de recién nacidos murieron durante el primer mes de vida, la mayoría debido a causas que se pueden evitar fácilmente.

El informe demuestra grandes reducciones en las muertes infantiles prevenibles en todas las regiones del mundo, incluidos los países de bajos ingresos. De hecho, algunos de los países más pobres del mundo han logrado los avances más sólidos en la supervivencia infantil desde 1990.

Países con unas altas tasas de mortalidad infantil, como Bangladesh, Etiopía, Liberia, Malawi, Nepal y la República Unida de Tanzania han reducido ya sus tasas de mortalidad de menores de 5 años en dos terceras partes o más desde 1990, alcanzando el Objetivo de Desarrollo del Milenio número 4.

A escala mundial, el ritmo del descenso se ha acelerado, ya que la tasa anual de reducción se ha triplicado desde 1990. En África subsahariana también se ha acelerado el descenso, ya que la tasa anual de reducción aumentó más de cinco veces desde comienzos de los años noventa. En los últimos siete años, África oriental y meridional han sido algunas de las regiones con mejoras más destacadas en el mundo, y han reducido la mortalidad de menores de 5 años a una tasa anual de 5,3% desde 2005 hasta 2012.

Por el contrario, en África occidental y central se registró el nivel más bajo de progreso en la supervivencia infantil, en comparación con otras regiones del planeta. La región presenta también la mayor tasa de mortalidad, ya que casi uno de cada ocho niños muere antes de cumplir cinco años. En África occidental y central prácticamente no se ha producido ninguna reducción en el número anual de muertes infantiles desde 1990.

Revertir estas tendencias devastadoras requiere acciones inmediatas en numerosos frentes, como se describe en los Objetivos de Desarrollo del Milenio: reducir la pobreza, reducir la mortalidad de las madres, impulsar la educación y la igualdad de género, y promover la sostenibilidad del medio ambiente.

"Los progresos son posibles y se deben hacer", dijo Anthony Lake. "Cuando se aprovechan las acciones concertadas, las estrategias sólidas, los recursos adecuados y una sólida voluntad política en apoyo a la supervivencia de los niños y las madres, lograr grandes reducciones en la mortalidad infantil no solamente es posible, sino que es un imperativo moral".

Haciéndose eco de este llamamiento, UNICEF Comité Español tiene en marcha la campaña Ahora no podemos parar, que busca que la Ayuda Oficial al Desarrollo siga contribuyendo a este esfuerzo global para acabar con la mortalidad infantil. La adhesión mediante firma a dicha campaña puede hacerse en www.unicef.es/ahoranopodemosparar

Ejemplos del progreso en distintos países

•En Bangladesh, la tasa de mortalidad de menores de 5 años se redujo en un 72% desde 1990 hasta 2012, en gran parte debido a la ampliación de la vacunación, la terapia de rehidratación oral para tratar la diarrea y el suministro de suplementos de vitamina A. La ampliación de una red de trabajadores comunitarios de la salud mejoró la calidad de la atención de la salud y condujo a un aumento en el número de los establecimientos de salud. El empoderamiento de la mujer, la educación de las madres, la mejora de la salud materna y las estrategias para reducir la pobreza contribuyeron también a disminuir la tasa de mortalidad infantil.

• En Brasil, la mortalidad de menores de 5 años descendió en un 77% entre 1990 y 2012, debido a una combinación de medidas. Entre ellas destacan los esfuerzos para prestar atención de la salud a nivel comunitario, mejorar las condiciones de saneamiento, dotar a las madres con conocimientos, promover la lactancia materna y ampliar la vacunación.

• Etiopía, un país que participó en el llamamiento a la acción, ha registrado enormes avances en la reducción de la tasa de mortalidad de menores de 5 años, con un descenso de un 67% desde 1990. El programa de extensión de la salud aplicado en Etiopía es un ejemplo de la importancia que tiene la prestación de atención de calidad a los niños y las madres en las zonas remotas por parte de trabajadores de salud de la comunidad. El programa, que se inició en 2004, despliega en la actualidad a 38.000 trabajadoras de la salud que reciben su salario del gobierno. UNICEF apoya el programa proporcionando suministros que incluyen equipos para el almacenamiento de vacunas, la distribución de camas y medicamentos, y el apoyo a la capacitación de las trabajadoras de salud. El programa también proporciona tratamiento para la desnutrición aguda grave, la diarrea, el paludismo y la neumonía.

Acerca de El compromiso con la supervivencia infantil: Una promesa renovada
Una promesa renovada es un movimiento mundial que trata de fomentar Todas las mujeres, todos los niños –una estrategia promovida por el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para movilizar e intensificar las acciones mundiales destinadas a mejorar la salud de las mujeres y los niños en el mundo– por medio de medidas y actividades de promoción para acelerar una reducción de las muertes prevenibles de las madres, los recién nacidos y los niños.

El movimiento surgió del llamamiento a la acción en favor de la supervivencia infantil, un foro de alto nivel organizado en junio de 2012 por los Gobiernos de Etiopía, la India y los Estados Unidos, en colaboración con UNICEF, con el objetivo de examinar la forma de impulsar los progresos en favor de la supervivencia infantil. Los aliados de los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado que participaron en el foro del Llamamiento a la acción salieron del mismo con un compromiso revitalizado en favor de la supervivencia infantil.

 

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