En la investigación sociológica, basada en 8.800 encuestas familiares, se analiza cuestiones como el modelo de desarrollo social en España, en el que destacan los "altos niveles de desigualdad salarial, la limitada capacidad redistributiva del sistema de impuestos y un sistema de prestaciones reducido, poco protector en el tiempo y que no se adecua a las necesidades de los hogares en función de sus características".
El informe alerta de la ruptura del contrato social y niega que la "crisis haya afectado a todos, sino que ha sido selectiva con los más pobres". Propone revisar las preferencias como ciudadanos y cuestionar "las lógicas de la privatización, individualización y mercantilización".
"Queremos reiterar la masiva necesidad de moralizar la sociedad, como energía de invocación de la ética", ha asegurado el director de Foessa y secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, en alusión a los casos de corrupción, durante al presentación del informe.
En este sentido, ha reclamado que se escuche "el clamor para que desaparezca la inmoralidad de la vida pública, que genera más desánimo que la cruda realidad".
Medidas guiadas por los recortes
Los autores del informe critican también que las medidas que se adoptan en la actualidad por parte de los gobernantes están fundamentalmente guiadas por los recortes en el gasto.
Del mismo modo, el informe alerta de que el número de hogares que se han visto en España afectados por privación material o monetaria se ha incrementado en un 50% durante los últimos siete años.
"Los problemas son muy complejos, pero tenemos ansias de futuro, y ganas de aportar soluciones nuevas para problemas antiguos", apuntó el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, quien resaltó también que la solidaridad en el país está en aumento, y cada vez son más las personas que se esfuerzan para ayudar "a los que más sufren".