Tras agradecer en su intervención inicial el recibimiento "en la casa de todos los saharauis, una tierra canaria que siempre ha destacado por su solidaridad con el pueblo saharaui", llamó la atención sobre un hecho relevante: "Hoy 21 de noviembre es un día que no puedo olvidar, pues en esta fecha se cumplen 27 años del día en que fui encarcelada por el régimen marroquí, que me secuestró durante cuatro años". También se cumplen en 2014 cinco años de la huelga de hambre y deportación forzosa que vivió la activista, "por eso quiero agradecer a toda la gente de Fuerteventura que me acompañó en el Aeropuerto de Lanzarote durante mi protesta".
Con respecto a la situación del pueblo saharaui, denunció que "no hay un respeto mínimo por la población, se siguen produciendo detenciones arbitrarias, torturas y el uso de la violencia. Todavía hay mucha gente de nuestra gente encarcelada de perpetuidad sólo por expresarse".
Según Haidar, la resistencia pacífica que promueve como defensora de los derechos humanos se encuentra actualmente en entredicho, a causa de la represión del régimen marroquí. "Marruecos, para acallar las voces libres, está practicando una represión feroz contra los activistas, incluido mujeres y niños. No existe la posibilidad de establecer asociaciones ni posibilidades ni de expresarnos libremente".
Como consecuencia, reflexionó, "este clima de terror en el que vive la población saharaui" está provocando un abandono de la resistencia pacífica, especialmente entre los jóvenes que se ven empujados a recurrir a la violencia. "Los jóvenes no aguantan más. Nosotros intentamos orientales pero no tenemos medios para conseguirlo, ni espacio un espacio físico para expresarnos ni un legal en el que hacerlo".
Tras cinco años del actual reinado en Marruecos, Aminetu Haidar lamentó la repetición del discurso del rey desde 2009, "mandando mensajes claros contra los saharauis, incitando a al odio", algo que, según dice, "puede llevarnos a una guerra civil. La represión está legitimada por el rey, y se está produciendo de manera sistemática".
Por todo ello reclamó al régimen alauí "que cumpla sus obligaciones en torno a los derechos humanos", y a la ONU "el establecimiento de un mecanismo competente y efectivo de supervisión para que se respeten estos derechos". En palabras de Haidar, desde que la MINURSO se estableciera en la zona en el año 1991 "no ha podido vigilar ni proteger nuestros derechos humanos, ni aplicar el objetivo por el que se encuentra allí desde hace 23 años. Es un testigo ciego que tiene los ojos vendados, al no poder actuar sin una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas".
Explotación de recursos naturales y militarización
Sobre la ocupación de Sáhara Occidental desde lo que considera "no la Marcha Verde, sino la Marcha Negra", dijo que "toda explotación de los recursos naturales es ilegal", porque estos recursos deben estar bajo la soberanía del pueblo saharaui. Este "saqueo", en su opinión, se produce "con la complicidad de los socios occidentales de Marruecos, entre ellos España".
También se refirió a la progresiva militarización de la zona, pues, por ejemplo, "no tiene sentido que intervenga la fuerza militar española contra una protesta pacífica como la realizada por Greenpeace hace unos días". En la defensa de sus intereses, valoró, "España está haciendo que nuestro sufrimiento sea más profundo, y todo ello en connivencia y con la complicidad de Marruecos".