El dictamen del Supremo de Florida, que sigue en pie, implica la celebración de un nuevo juicio contra Ibar, de 45 años y único español que estaba condenado a muerte en Estados Unidos.
"Tenemos que estar listos para que el nuevo juicio se celebre en 90 días. La Fiscalía lo puede aplazar. Pero nosostros tenemos que estar preparados", ha explicado a RNE, Cándido Ibar, padre de Pablo y una de las personas que más ha luchado para ver a su hijo fuera del corredor de la muerte. "No sé ni cómo describirlo. No tengo ni palabras", ha dicho, emocionado, al ser preguntado por cómo había recibido la noticia.
Cándido Ibar hace dos meses que no ve a su hijo y no sabe si podrá darle un último abrazo antes del nuevo juicio. La paradoja del traslado a un régimen penitenciario normal es que, a diferencia del corredor de la muerte, no se permiten las visitas personales. "Me han dicho que es a través de una computadora, de una pantalla, así que tengo que intentar verlo verlo", señala.
Ibar lleva casi 22 años preso, 15 de ellos en el corredor de la muerte, en un penal de Rainford, en Starke (Florida), desde que en 2000 fue condenado a la pena capital por el triple asesinato.
Uno de los argumentos de peso examinados por el Tribunal Supremo de Florida para la anulación de la condena es que el "ADN de Ibar no fue encontrado en la camiseta recuperada" en el lugar del triple crimen y que el asesino usó para "cubrirse parcialmente el rostro".
La defensa de Ibar, quien siempre ha mantenido su inocencia, resaltó en su apelación ante el Supremo de Florida la poca fiabilidad de la prueba determinante, un vídeo "sin sonido, borroso, granulado", grabado por las cámaras de seguridad de la casa del dueño del club y el testimonio, en ese sentido, de un experto facial que lo tacha de nada fiable.
El vídeo en blanco y negro fue grabado por las cámaras de seguridad de la casa del dueño del club nocturno y en el mismo aparecen dos individuos con el rostro cubierto buscando objetos de valor.
Al final de la grabación se observa cómo uno de ellos se descubre la cara y, pese a la mala calidad de la imagen, la fiscalía dijo en el juicio que esa persona era Ibar.