En este encuentro, Marco Aurelio Pérez felicitó a la cocinera jerezana por el talento y la creatividad culinaria que la condujeron al triunfo en el concurso televisivo, donde venció en la gran final con un menú libre que orientó magistralmente a resaltar las excelencias de la cocina tradicional del sur de España. "Fue un menú bastante complicado, con 25 elaboraciones en 120 minutos, y muy pensado para que recordara a mi tierra, mis vinos y lo que conozco", dice. No descarta volver a elaborarlo en colaboración con un hotel y una bodega.
Ante los jueces habituales del programa, Pepe, Jordi y Samantha, y ante jueces de excepción como los galácticos de la cocina mundial, los vascos Juan Mari Arzak, Martín Berasategui y Pedro Subijana, Virginia Naranjo se impuso a Ángel en el último duelo de la final, tras 12 semanas de competición, y se llevó un premio de 100.000 euros, además de una beca para estudiar en el Basque Culinary Centre, del País Vasco.
"Ser ganadora de Masterchef me ha dado una seguridad que antes no tenía. Que el jurado me dijera que mis platos estaban buenos, que les gustaba mis sabores me dio un subidón de autoestima increíble", afirma.
La cocinera, que confiesa que se planteó el concurso "como una liga de fútbol, partido a partido", sostiene que ganar Masterchef le ha cambiado la vida. Ahora se plantea dedicarse a la cocina. Dice que cuando se sienta formada le gustaría montar una empresa de catering que incluya talleres de cocina para niños y adultos.
Virginia admite que le encanta el escaldón de gofio, y que tras probarlo no descarta añadirle unas gambitas cocidas o camarones "y hacer unas croquetitas de muerte".