"Estos datos son una llamada de atención", explica Leila Pakkala, directora regional de UNICEF para África Oriental y Meridional, tras hablar con familias desplazadas y pacientes de un tratamiento contra el cólera en Baidoa (Somalia). "Los niños están muriendo por desnutrición, hambre, sed y enfermedades. Unos 130.000 niños murieron durante la hambruna de 2011, la mitad de ellos antes de que se declarara oficialmente. Estamos trabajando a contrarreloj con nuestros aliados para garantizar que esto no ocurra de nuevo".
No se dispone del número exacto de niños que han muerto a causa del hambre o la desnutrición, en parte porque muchos sucumben a las enfermedades e infecciones. Pero los niños con desnutrición severa aguda tienen nueve veces más probabilidades de morir a causa de una enfermedad que los niños bien alimentados. Durante la hambruna de 2011 el sarampión y la diarrea fueron las principales causas de las muertes.
Seis años después de la declaración de hambruna en el sur y centro de Somalia, el país está nuevamente al borde de la catástrofe. Esta vez la sequía es más generalizada, y afecta a Somalilandia, Puntlandia y zonas de pastoreo de Somalia, así como al sur y centro del país (las áreas más golpeadas en 2011). El número de personas en riesgo inminente es superior, y los niños están entre los más afectados.
En febrero UNICEF advirtió de que 944.000 niños sufrirían desnutrición aguda en 2017, incluyendo a los 185.000 con desnutrición aguda grave que necesitan apoyo vital y urgente. Esta cifra podría dispararse, incluso aunque la temporada de lluvias de abril llegara a tiempo y fuera completa.
UNICEF y sus aliados han garantizado el suministro de ayuda hasta junio, y están llevando a cabo un gran plan ampliado. UNICEF está también trabajando para aumentar los servicios de nutrición, agua, saneamiento y salud (tanto los móviles como los que se llevan a cabo en instalaciones fijas); además tiene equipos en las zonas más afectadas, que trabajan con las autoridades locales, las comunidades y otros aliados para tratar y prevenir la desnutrición, el cólera y la diarrea.
El llamamiento de fondos de UNICEF Somalia para 2017 ha aumentado de 66 millones de dólares (61,4 millones de euros) a 147 millones (136,8 millones de euros); el déficit de fondos era del 54% a mediados de marzo.
"En 2011, la financiación llegó tras la declaración oficial de hambruna en julio", asegura Pakkala. "Este año muchos donantes se han adelantado. Pero lo peor podría estar por venir. Tenemos una pequeña oportunidad para evitar una pérdida masiva de vidas".
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UNICEF promueve los derechos y el bienestar de todos los niños y niñas en todo lo que hacemos. Junto a nuestros aliados, trabajamos en 190 países y territorios para transformar este compromiso en acciones prácticas, centrando especialmente nuestros esfuerzos en llegar a los niños más vulnerables y excluidos para el beneficio de todos los niños, en todas partes.