La Fundación Gala-Dalí insiste en considerar que el exhorto que obligaba a la exhumación fue "precipitado" por falta de pruebas que avalaran la afirmación de la demandante, Pilar Abel, y se reserva esas acciones por los perjuicios sufridos tanto con el coste de la intervención como por la cancelación de reservas de entradas.
Contra la admisión de dicha prueba la fundación presentó el pasado 30 de junio un recurso de reposición, que no suspendía su práctica. Este recurso, secundado también por el Estado español, no ha sido resuelto todavía y la exhumación se ha llevado a cabo.
A juicio de la Fundación, "la resolución judicial que acordó la exhumación no está motivada y carece de fundamento alguno", y además "no hay indicio alguno de que la pretensión de la demandante Pilar Abel Martínez tenga algún fundamento, pues el único que ha aportado es una manifestación notarial de una señora que dice ser amiga de la madre, afirmando que ésta le dijo que el padre de su hija era Salvador Dalí".
"Antes de acordar un acto tan invasivo como la exhumación de Salvador Dalí en un museo", continúa el comunicado, "debería haberse exigido a la demandante Pilar Abel Martínez -tal como propusieron la fundación y el Estado español- que hiciera la prueba de ADN comparando el suyo con el de su padre legal (ya fallecido) o con el de su hermano, para aportar así el mínimo indicio exigible de que no es hija ni hermana de éstos".
Extraídos pelo, uñas y dos huesos largos
Con respecto a los detalles de la exhumación, el secretario de la Fundación Gala-Salvador Dalí, Lluís Peñuelas, ha explicado que el equipo de forenses extrajo un poco de pelo, uñas y dos huesos largos que, una vez llevadas a cabo las pruebas genéticas por una demanda de paternidad, serán repuestos para preservar la "integridad" del cuerpo del difunto.
Peñuelas también ha detallado que el bigote del pintor catalán conservaba su "clásica postura de las 10 y 10". Este fue un "momento muy emocionante" para el embalsamador de Dalí, Narcís Bardalet, así como para el resto de los representantes de la fundación, ha dicho Peñuelas, interpelado por esta cuestión.
El secretario de la fundación ha explicado que la apertura de la ataúd se produjo a las 22.20 horas y cerró a las 23.40 horas, con la dificultad provocada por la presencia de una capa de zinc en la ataúd, que hizo que la apertura se prolongara más de lo habitual.
Sin embargo, la duración general de todo el proceso se llevó a cabo de una forma rápida y más pronto de lo previsto, debido a la minuciosa preparación de las tareas previas, que se llevaron a cabo con personal que también estuvo en el entierro de Dalí en 1989, ha explicado la directora de los museos, Montse Aguer.