El primer objetivo específico del programa es valorar los casos de sospecha de violencia sexual contra menores a solicitud de la Dirección General de Protección a la Infancia y la Familia. Las actividades para cumplir este objetivo se establecen mediante el estudio de información documental; entrevista de apreciación de sospecha de violencia sexual contra menores; entrevista con persona adulta de referencia del menor; administración de pruebas psicodiagnósticas; análisis global de resultados y elaboración de Informe de análisis con inclusión de propuesta de tratamiento.
El segundo objetivo específico es proporcionar un tratamiento terapéutico integrado a los menores víctimas de violencia sexual y a su familia, previa coordinación con la Dirección General de Protección a la Infancia y la Familia. En cualquier caso, cualquier actuación, intervención o desarrollo de programa terapéutico contendrá una intervención íntegra en cuanto al ámbito familiar y de coordinación de los diferentes servicios sociales, sanitarios, educativos, policiales y judiciales.
Las actividades a desarrollar para el cumplimiento de este objetivo son el análisis para el tratamiento. Determinando las necesidades de intervención, se estudiará en cada caso el grado de afectación que presentan los menores victimizados, como los elementos pueden dificultar o facilitar su recuperación con los que cuente.
La Fundación Márgenes y Vida realizará un diseño del plan de tratamiento cuyo objetivo será eliminar la sintomatología y prevenir la aparición de consecuencias psicológicas a largo plazo.
El tercer objetivo específico del convenio es el de orientar y asesorar a los menores y a sus familias, siempre que lo requieran, sobre el proceso jurídico asistencial.
El convenio también introduce la orientación y asesoramiento a los profesionales que trabajan en la atención a la infancia para el adecuado abordaje del fenómeno de la violencia sexual y específicamente en la detección y actuación.
Por último, la Fundación Márgenes y Vida trabajará para reducir la victimización secundaria que puedan sufrir los menores que han sido víctimas de violencia sexual.