Fue la tercera ceremonia de este tipo que se lleva a cabo desde el comienzo del año y eleva el número total de niños liberados en 2018 a 806. Se esperan nuevas desmovilizaciones en los próximos meses que podrían dar como resultado la liberación de más de 1.000 niños.
"Cada vez que un niño es liberado y puede regresar con su familia, se convierte en una fuente de gran esperanza: esperanza para su futuro y para el futuro del país", dijo Mahimbo Mdoe, representante de UNICEF en Sudán del Sur. "También esperamos que haya muchos más actos como este hasta que ya no haya niños en las filas de los grupos armados".
Durante la ceremonia, los niños fueron formalmente desarmados y provistos de ropas civiles. Ahora se llevarán a cabo exámenes médicos, y recibirán asesoramiento y apoyo psicosocial como parte del programa de reintegración, implementado por UNICEF y sus aliados.
Una vez reunidos, se proporcionará a los niños y sus familias tres meses de asistencia alimentaria para apoyar su reintegración inicial. También recibirán capacitación profesional para mejorar los ingresos familiares y la seguridad alimentaria. UNICEF y sus aliados también garantizarán que los niños liberados tengan acceso a servicios educativos específicos para su edad.
Las ceremonias previas tuvieron lugar en febrero y abril en la ciudad de Yambio, en el sur del país, donde fueron liberados 348 y 248 niños.
"Hoy es el comienzo de un largo camino de reintegración para estos niños, durante el cual necesitarán mucho apoyo", dijo Mdoe de UNICEF.
Los 210 niños liberados hoy, que incluyen a tres niñas, en su mayoría provienen del grupo de oposición SPLA-IO, y ocho han sido asociados con el Frente de Salvación Nacional (NSF).
Se estima que 19.000 niños continúan sirviendo en las filas de las fuerzas y grupos armados en Sudán del Sur. UNICEF insta a todas las partes en el conflicto a que pongan fin al reclutamiento de niños y liberen a todos los niños en sus filas.
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