El objetivo de estos centros es ofrecer una atención y educación integral en un marco de convivencia adecuado, fomentando su autonomía personal y su integración en el ámbito comunitario, resalta Elena Máñez.
"En estos hogares recibirán una atención integral durante el tiempo necesario para conseguir la reintegración en su familia de origen o, cuando esto no sea posible, para su inserción en acogimiento familiar o adopción o durante el tiempo que transcurra hasta que cumplan la mayoría de edad o se emancipen", agregó.
Los hogares se destinarán a la atención de menores entre 3 y 17 años cuya tutela o guarda ha sido asumida por la Administración pública autonómica, e incluye los servicios de acogimiento y convivencia, alojamiento y manutención, atención psicológica, social, educativa y sanitaria, valoración, intervención y orientación familiar, y seguimiento escolar a través de la red de centros docentes.
Además, el servicio debe garantizar la realización de actividades ocupacionales y rehabilitadoras, actividades de descanso, ocio y tiempo libre, protección de la salud, preparación para las medidas de amparo que se vayan a aportar, visitas, salidas y contactos con el exterior, y todos los servicios que sean necesarios para la adecuada cobertura de las necesidades de los menores.
Cada hogar estará ubicado en un inmueble único y emplazado en una ubicación que disponga de los recursos necesarios a una distancia razonable para realizar el trabajo educativo y de integración de los menores según sus necesidades de escolarización, formación, inserción laboral, salud, ocio y entretenimiento.
Reunirán las características de una vivienda tipo familiar con los equipamientos y mobiliario necesario. Asimismo deberán cubrir las necesidades emocionales y sociales, de seguridad y protección, en el ámbito sociofamiliar, comunitario y de relación de los menores.