"En contextos de inseguridad, la educación puede ser un salvavidas", ha dicho Manuel Fontaine, director de Programas de Emergencia de UNICEF. "La educación es la base del aprendizaje de niños y jóvenes durante toda su vida. Les brinda las habilidades necesarias para construir un futuro mejor para ellos y sus familias, y para contribuir a comunidades pacíficas y prósperas. Sin embargo, con demasiada frecuencia falta financiación para la educación en situaciones de emergencia".
UNICEF ha solicitado casi 36 millones de euros (41,7 millones de dólares) para cubrir las necesidades educativas de los niños en esta crisis. En lo que va de año, ha recibido solo el 8% de esta cantidad.
Durante estos días 3 y 4 de septiembre de 2018, gobiernos, organizaciones multilaterales e internacionales y actores de la sociedad civil se están reuniendo en Berlín para la segunda conferencia sobre la cuenca del Lago Chad, con el objetivo de mantener el impulso generado por la conferencia de Oslo de 2017 y apoyar la continuidad de la respuesta humanitaria.
A pesar de los desafíos, incluidos la inseguridad, el desplazamiento y la pobreza, UNICEF y sus aliados apoyaron el año pasado a los gobiernos nacionales para garantizar que más de un millón de niños afectados por la crisis en la región pudiesen regresar a la escuela.
UNICEF y sus aliados también han dado formación sobre evacuaciones seguras y confinamientos a aproximadamente 150.000 estudiantes de primaria, para que estén preparados ante eventuales ataques o incidentes de seguridad durante la jornada escolar. Se ha capacitado a casi 2.000 docentes para que sepan cómo reducir el riesgo de desastres a través de una educación resiliente, y más de 14.000 docentes han sido entrenados para integrar el apoyo psicosocial en sus lecciones. Se ha involucrado a las comunidades para que participen en la protección de las escuelas, y en Nigeria este aprendizaje se está integrando en la formación de los futuros profesores.
Cuando la educación es objetivo de ataques e ir a la escuela se convierte en un desafío para los niños, o cuando la infraestructura es insuficiente, UNICEF trabaja con sus aliados y con los gobiernos para garantizar que haya oportunidades educativas alternativas. Utilizando la radio como plataforma, UNICEF está ayudando a los niños en situaciones de conflicto y emergencia en Camerún y Níger a seguir aprendiendo a leer y a escribir, aritmética y habilidades para la vida.
"A medida que las comunidades se recuperan del conflicto, la inversión en servicios como la educación es esencial para la estabilidad a largo plazo y el bienestar de la región y sus niños", ha asegurado Marie-Pierre Poirier, directora regional de UNICEF para África occidental y central. "También instamos a todos los estados a respaldar la Declaración de Escuelas Seguras y poner en marcha mecanismos para que los niños estén protegidos en las escuelas, incluso durante el conflicto".
Una de las regiones más pobres del mundo, la cuenca del lago Chad, ha vivido más de nueve años de conflicto e inestabilidad. Aunque la situación de seguridad ha mejorado, más de 10 millones de personas, incluidos 6 millones de niños, todavía necesitan asistencia humanitaria. Otras 2,4 millones están desplazadas. La violencia continúa y los ataques recurrentes en pueblos y ciudades dificultan que las personas desplazadas vuelvan a sus hogares y reconstruyan sus vidas.
Acerca de UNICEF
UNICEF promueve los derechos y el bienestar de todos los niños y niñas en todo lo que hacemos. Junto a nuestros aliados, trabajamos en 190 países y territorios para transformar este compromiso en acciones prácticas, centrando especialmente nuestros esfuerzos en llegar a los niños más vulnerables y excluidos para el beneficio de todos los niños, en todas partes.