"A medida que el número de niños refugiados y migrantes que llegan a las islas griegas aumenta, las condiciones de los centros que los albergan se hacen más terribles y peligrosas", explica el coordinador de país de UNICEF para la Respuesta a los Refugiados y Migrantes en Grecia, Lucio Melandri. "Todos los refugiados y migrantes que están viviendo en los Centros de Recepción e Identificación, especialmente los niños, necesitan que se les derive sin demora al interior para garantizar que tienen alojamiento adecuado, protección, atención médica y otros servicios básicos".
Aproximadamente el 80% de los 20.500 refugiados y migrantes que hay actualmente en las islas griegas, incluidos más de 5.000 niños, viven en Centros de Identificación y Recepción, que se encuentran saturados y en condiciones insalubres.
Según la legislación griega, los refugiados y migrantes deberían pasar un máximo de 25 días en estos centros para completar los procesos de llegada. A pesar de su gran fuerza de voluntad y compromiso, las autoridades y el personal local están desbordados y no han podido derivar a todos los niños vulnerables y sus familias a los servicios apropiados. Algunos niños llevan más de un año en estas instalaciones saturadas y mal equipadas.
El Centro de Moria, en la isla de Lesbos, con capacidad para albergar a 3.100 personas, acoge actualmente a cerca de 9.000, más de 1.700 de ellas son niños. El de Vathi, en Samos, fue construido para 650 personas. Ahora viven en él 680 niños, y en total unos 4.000 refugiados y migrantes.
Cada día llegan más familias y niños, que se enfrentan a riesgos de salud y protección, y a una grave angustia psicológica. A diario se producen violencia, abuso doméstico, protestas y disturbios. El acceso a saneamiento e higiene es inadecuado. En algunos casos, 70 personas dependen de un solo aseo, lo cual causa filtraciones de aguas residuales y olores desagradables en los campos.
"La mayoría de niños y jóvenes que he conocido arrastran el trauma de la guerra y de haberse visto obligados a huir de sus casas. Ahora viven en condiciones lamentables, sin vislumbrar el final de su situación. Muchos sufren un grave estrés emocional", cuenta Melandri tras visitar los centros de Lesvos y Samos la semana pasada. "Las autoridades griegas y las comunidades han hecho todo lo que podían para apoyar a los niños refugiados y migrantes, pero ya no pueden hacer frente a tantas llegadas y necesidades".
Además de la derivación inmediata de refugiados y migrantes de las islas al interior de Grecia, se necesitan urgentemente por parte de otros estados miembros de la Unión Europea más compromisos de reasentamiento que prioricen a los niños y agilicen los procesos de reunificación familiar.
UNICEF está dando apoyo a los niños refugiados y migrantes y sus familias en Grecia desde mediados de 2016, garantizando que más de 60.000 niños tengan acceso a servicios de protección infantil vitales –como apoyo psicosocial-, atención médica y educación. Además, está trabajando con el Ministerio de Salud mediante la provisión de 85.000 vacunas para proteger a los niños refugiados y migrantes de enfermedades.
La organización continúa preparada para fortalecer su colaboración con las autoridades para proteger mejor a los niños en Grecia.
Acerca de UNICEF
UNICEF promueve los derechos y el bienestar de todos los niños y niñas en todo lo que hacemos. Junto a nuestros aliados, trabajamos en 190 países y territorios para transformar este compromiso en acciones prácticas, centrando especialmente nuestros esfuerzos en llegar a los niños más vulnerables y excluidos para el beneficio de todos los niños, en todas partes.