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16 Ene

Santa Cruz y Don Bosco ofrecen atención profesional a los jóvenes más vulnerables

Santa Cruz de Tenerife/ La primera teniente de alcalde y el concejal de Atención Social visitan y ponen en valor el proyecto de autonomía personal que atendió a 39 jóvenes en 2018.

La primera teniente de alcalde de Santa Cruz de Tenerife, Zaida González, destacó hoy el compromiso constante del Ayuntamiento por garantizar una atención y unos servicios singulares y de calidad a los jóvenes en situación vulnerabilidad y riesgo de exclusión social, gracias al proyecto financiado por el municipio (cerca de 72.000 euros al año) que gestiona la fundación Don Bosco.


Zaida González, junto al quinto teniente de alcalde y concejal de Atención Social, Óscar García, visitó hoy la vivienda con capacidad para 5 jóvenes que la fundación gestiona en el barrio de El Sobradillo, "para poner en valor y prestigiar un servicio social que prácticamente ningún otro municipio de Tenerife ofrece y donde se dan todas las condiciones para devolver la autonomía y un proyecto propio de vida a los jóvenes más vulnerables".
Acompañados por Miguel Ángel Rojas, director territorial de la fundación Don Bosco, ambos munícipes visitaron este recurso de alta necesidad que se combina con acciones de baja y media intensidad para favorecer la estabilidad familiar, social y vital de los jóvenes en riesgo de exclusión.
El concejal de Atención Social destacó que, merced a este proyecto de trabajo, 39 jóvenes han recibido atención y asesoramiento durante 2018, encaminado a facilitar su integración social, "con muy buenos resultados ya que, en gran medida, los jóvenes no sólo valoran este apoyo sino que aprovechan los recursos formativos e integradores para volver a reiniciar su proyecto de vida en sociedad".
García valoró la labor de la fundación, "por su gran experiencia y porque es una entidad referente en la gestión de recursos y pisos de autonomía en España, con 22 hogares, de los cuales 4 están radicados en la isla de Tenerife".
Proyecto
Esta estrategia integral desarrolla acciones de alta, media y baja intensidad, complementarias y que favorecen la autonomía de jóvenes, con edades comprendidas entre 18 y 30 años, que no posean un hogar estable y/o propio, que carezcan de recursos económicos o que se encuentren en graves dificultades para insertarse laboralmente.
Junto a la disponibilidad de una vivienda (alta intensidad), el proyecto suma otra serie de medidas de intensidad baja (orientación) y media (acompañamiento, asesoramiento, oferta informativa...), así como un programa de seguimiento y acompañamiento una vez que se abandona la vivienda.
Entre los 8 jóvenes que han disfrutado de la vivienda en el último año, uno se ha insertado laboralmente y ha realizado su proceso de emancipación de forma adecuada, teniendo acceso a una vivienda; cinco se encuentran de alta en el proyecto y actualmente desarrollando procesos formativos; uno ha causado baja del recurso por incumplir su acuerdo de convivencia, pero ha querido seguir con su seguimiento de media intensidad tras acceder a otro recurso residencial; y uno desistió voluntariamente de permanecer en el proyecto.
El concejal Óscar García recalcó que "cada joven como cada persona es un mundo y presenta necesidades propias por lo que requiere soluciones también propias y esa es la fuerza de este proyecto, que ofrece una atención común pero diversificada, que atiende a cada joven en sus circunstancias".
Las líneas prioritarias y transversales en la intervención educativa del proyecto son la inserción sociolaboral, requisito imprescindible para la emancipación; la segunda oportunidad educativa, para mejorar su nivel formativo y facilitar el acceso a un mercado laboral mejor remunerado; y la participación comunitaria y voluntariado, que facilita la adaptación social.
El hogar

El piso de autonomía situado en El Sobradillo es una vivienda cómoda y con capacidad para 5 personas.

De una sola planta se distribuye en una sala de televisión y comedor, donde se comparten las actividades lúdicas y donde se realizan las comidas del día y noche, además de utilizarse para realizar las reuniones de la casa; la cocina; tres dormitorios y dos baños con ducha en ambos casos. El piso dispone también de una solana.

Durante el desarrollo del proyecto se ha procurado mantener un ambiente óptimo en la infraestructura para el ideal ambiente de familia que se debe respirar en el piso, a la vez que se han seguido dotando de mejoras a iniciativa del equipo educativo y a demanda de los mismos residentes.

Óscar García recordó por último que el informe FOESSA, que publica periódicamente Cáritas Española, viene advirtiendo desde hace tiempo que los jóvenes son un colectivo especialmente expuesto y frágil al fenómeno de la exclusión social.

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