El quinto ciclo de pagos de ayudas en efectivo se produjo entre el 16 de junio y el 15 de julio; los pagos se realizan cada tres meses y, de media, una familia recibe unos 30 dólares en rial yemení, con los que pueden afrontar lo más urgente.
"Con el dinero que recibo gracias a este proyecto compro trigo, azúcar, aceite y otros alimentos. Aunque la cantidad no es muy alta, sigue cubriendo los gastos para vivir y comer. Esperamos esta ayuda con la misma ansiedad con la que esperamos la comida o la cena", dice Fatima Hussain Al-Tayari, una mujer viuda de 55 años, madre de cinco hijos, que vive a las afueras de Saná, la capital yemení.
El proyecto lo financia el Banco Mundial, a través de la Asociación Internacional de Desarrollo y de fondos del Departamento de Desarrollo Internacional de Reino Unido (procedentes de un fondo multi-donantes del Banco Mundial); y está cofinanciado por la Oficina de Asuntos de Oriente Próximo del Departamento de Estado de Estados Unidos.
La mayoría de familias de Yemen han agotado sus recursos económicos. Muchas de ellas se han visto obligadas a recurrir a otros medios para sobrevivir, como el matrimonio temprano o el trabajo infantil. Muchos niños están combatiendo en una guerra que no han provocado ellos. La ayuda de emergencia en efectivo ayuda a las familias a seguir vivas, pero las necesidades son enormes y debe hacerse mucho más.
Para mitigar el sufrimiento de los niños, la guerra debe terminar. Hay que permitir la recuperación y la vuelta a la vida normal. Mientras tanto, la comunidad internacional debería seguir proporcionando los recursos necesarios para responder a las necesidades urgentes de los niños en todos los ámbitos.
Acerca de UNICEF
UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo. En 190 países y territorios, trabajamos para cada niño, en todas partes, cada día, para construir un mundo mejor para todos.