"En lo que va de año, cerca de 20.000 personas han llegado a Canarias desde el continente africano huyendo del hambre, la guerra, las enfermedades o la persecución y, una vez más, la respuesta del pueblo canario está siendo ejemplar, como la del pueblo de Órzola, en Lanzarote, cuyos vecinos pusieron en riesgo sus propias vidas arrojándose al mar en plena noche para socorrer a una embarcación que alcanzó la costa de Lanzarote y de cuyos ocupantes, al menos ocho perdieron la vida tratando de llegar a tierra".
"Sin embargo, no podemos ignorar las señales que comienzan a darse en nuestra sociedad que nos indican que empiezan a aparecer comportamientos racistas y xenófobos en las islas. Ante esto, quienes tenemos algún tipo de responsabilidad pública tenemos el deber de actuar y, al tiempo, reflexionar. Debemos mostrar una contundente respuesta contra este tipo de actos, por aislados que puedan parecer y, al tiempo, redoblar el esfuerzo por difundir valores de respeto y tolerancia. Además de ello, debemos tratar de entender el origen de estos brotes de xenofobia y realizar una continua labor didáctica y de información para combatir los bulos sobre los que se alimentan este tipo de comportamientos".
"No podemos obviar que la crisis económica y social que afrontamos como consecuencia del COVID-19 constituye, además, un factor que puede contribuir a extender peligrosamente conductas que aún pueden considerarse como hechos aislados. Por ello, el Parlamento de Canarias, todas las fuerzas políticas que en él están representadas, manifestamos de manera unánime nuestro compromiso con los valores de tolerancia y convivencia, así como con el respeto a los Derechos Humanos. Hacemos un llamamiento a todas las administraciones públicas para que se sumen a esta declaración, así como mostramos nuestro contundente rechazo y condena hacia cualquier acto de racismo y xenofobia en nuestras islas".