Fesp – UGT Canarias exige a las autoridades públicas pertinentes que lleven a cabo el control que consideren oportuno en los diferentes centros de atención sociosanitaria con el fin de proteger a uno de los sectores más vulnerables de la población como son nuestros mayores. Asimismo, esta exigencia va ligada a la necesidad de proteger al personal laboral que desarrolla sus funciones en dichas instalaciones.
Desde la central sindical, en concreto desde la Federación de Empleados y Empleadas Públicas, se recuerda que uno de los brotes más graves en este sector se produjo en el Hogar Santa Rita. Ante dicha circunstancia la intervención de este sindicato fue crucial al "destapar" la realidad a la que se enfrentaba la plantilla del mencionado centro a la hora de realizar su trabajo. Situación que no solo ponía en riesgo sus vidas, sino también la de los mayores acogidos en esta instalación.
La denuncia, cursada ante la Inspección de Trabajo el 4 diciembre, fue fundamental para lograr que se implantaran con carácter de urgencia medidas de protección tales como el reparto a toda la plantilla de las mascarillas FFP2 o el lavado de la ropa en las propias dependencias. Asimismo, y tras petición exclusiva de este sindicato, se volvió a realizar un cribado de usuarios/as y personal laboral el pasado día 8 de enero.
Sin embargo, y en el ejercicio del compromiso con la responsabilidad y las buenas prácticas, consideramos oportuno volver a exigir a la administración que se intervenga para evitar otro posible repunte ante el incumplimiento de algunas medidas que consideramos necesarias. En este sentido, y a pesar de nuestras múltiples peticiones, la plantilla sigue entrando conjuntamente en lugar de hacerlo de forma escalonada, los aseos/vestuarios están ubicados en un sótano sin ventilación, en el cual coinciden al mismo tiempo los cambios de turno. Además, el servicio de limpieza del centro solo está operativo en horario de mañana, circunstancia que obliga al personal de cuidado a asumir también la limpieza/desinfección de zonas. A esto se une también que deben asumir las labores de reparto de la comida, sin contar con las condiciones adecuadas para ello. Circunstancias, todas estas, que se agravan si sumamos que el control del personal se sigue realizando mediante huella digital, práctica que con la pandemia ha sido erradicada por las empresas en pro de la salud laboral.