Para dar respuesta a las necesidades de la infancia hospitalizada, es necesaria una atención integral, no sólo desde el punto de vista físico o médico, sino también en el psicológico y lúdico-educativo. Al respecto, el proyecto Infancia Hospitalizada, de Cruz Roja Juventud, lleva años desarrollando actividades que favorecen el equilibrio emocional de los y las menores, en los centros hospitalarios de la isla de Tenerife, con el objetivo de minimizar las posibles consecuencias negativas que la hospitalización pueda producir en su desarrollo.
La actual situación, derivada de la crisis del Covid-19, ha dado lugar a la modificación de los protocolos sanitarios que regulan el ingreso y hospitalización de niños y niñas en los centros hospitalarios. Estos protocolos impiden las visitas y limitan a uno el número de familiares que puede acompañar al menor durante su hospitalización, aumentando drásticamente la sensación de aislamiento y soledad.
Por tanto, nos encontramos con una situación (la hospitalización) traumática per sé, que se ve agravada por el actual contexto. Los niños y niñas que permanecen hospitalizados, viven una situación de desarraigo mucho mayor de la que venían sufriendo antes de la pandemia. Por eso, desde el proyecto Infancia Hospitalizada, de Cruz Roja Juventud, en Santa Cruz de Tenerife, financiado por el Gobierno de Canarias, se entendió, desde el comienzo de la pandemia, que el proyecto no podía detenerse, a pesar de las circunstancias. Trabajando, en colaboración con el Hospital Universitario de Canarias (HUC) y el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC), para reformular las intervenciones y no dejar de atender a los niños, niñas y adolescentes hospitalizados.
Durante los primeros meses, el equipo de voluntariado del proyecto escribió cartas de apoyo a los niños y niñas hospitalizados y, desde que fue posible, comenzaron los talleres a través de vídeo-llamadas. Cada día, las maestras hospitalarias entregan a los y las menores una ficha en la que marcan la actividad que desean realizar por la tarde con el voluntariado, pudiendo elegir entre sesiones de papiroflexia, globoflexia, cuentacuentos, talleres de bisutería o historias de personajes históricos. También se hacen sesiones de apoyo educativo de manera telemática y se hace entrega de libros de lectura y material lúdico-educativo a diario. En 2020, "Infancia Hospitalizada" intervino con un total de 750 niños y niñas y familiares.
Todas las acciones que se desarrollan son posibles gracias a la estrecha colaboración que se mantiene desde Cruz Roja Juventud con el equipo sanitario y educativo del HUC y el HUNSC.
El próximo objetivo del proyecto es que el voluntariado pueda volver a desarrollar las actividades de manera presencial en los centros hospitalarios, en cuanto la situación sociosanitaria lo permita.