A lo largo del día de ayer, los operadores atravesaron con sus drones repetidamente los cerca de 500 metros de colada de lava que los separaban de los canes para ultimar los flecos de la operación pero solo se encontraron un solar vacío. Sin rastro de los perros. Las cámaras térmicas no fueron efectivas debido a las altas temperaturas del suelo, cercanas a las del calor corporal de los animales y las lentes de aumento no localizaron a unos perros que podrían haberse escondido en su búsqueda de espacios más frescos.
Sin embargo, durante la mañana de ayer, cuando el equipo de Aerocamaras se disponía a reanudar la búsqueda, se ha extendido por las redes sociales un vídeo en donde se apreciaba una pancarta situada en uno de los muros del recinto que aseguraba que los perros "están bien". Poco después, los técnicos finalizaban un nuevo barrido en la búsqueda de los canes y confirmaron la existencia de esta pancarta: el viento le había dado la vuelta y las cámaras únicamente captaban una sábana blanca, uniforme, sin ningún tipo de inscripción.
Además, los drones han captado huellas de pisadas humanas en las cercanías de la localización, lo que abre la hipótesis de que los podencos supuestamente fuesen evacuados con anterioridad por un individuo desconocido. Aerocamaras ya ha puesto estas pruebas gráficas en manos de las autoridades.
Jaime Pereira, CEO de Aerocamaras relata los entresijos de la historia: "Justo después de superar las pruebas de vuelo que nos exigieron, con unos resultados más que satisfactorios, recibo un mensaje: 'A los perros a rescatar no los han visto hoy en todo el día. Han llevado comida dos veces y no se han dejado ver, igual no es necesario que hagáis más pruebas porque total, si ya no están...'. Nos han puesto todas las dificultades que han podido, pero hemos seguido hacia adelante para conseguir el objetivo, rescatar a los perros.
El vídeo que circula por las redes con una pancarta en el estanque fue grabado hace días y, por tanto, esto confirma que los perros no están allí desde entonces. Nosotros publicamos unas imágenes pero la pancarta está dada la vuelta por culpa del viento y solo se ve una sábana blanca, sin ver lo escrito" explica Jaime Pereira. "La colada está completamente seca, hemos medido las temperaturas y hay zonas donde no supera los 60-70 grados así que hay partes de roca seca donde una persona sí podría ir andando por encima pero, aunque sea posible, es arriesgado", explica el gallego.
Según la estrategia trazada por la firma gallega, los técnicos se desplazaron hasta la isla con un dron de carga dotado de un sistema propio de logística adaptado a las características de los animales, junto a otra aeronave de apoyo con cámaras de 30 aumentos y otra cámara termográfica, con la que el piloto encargado de la operación podría planificar el vuelo del rescate con seguridad a tan solo 4 o 5 metros de altura. Tras utilizar comida a modo de cebo y, cuando uno de los animales se encontrase sobre el sistema de carga, lo elevarían para extraerlo sobre las coladas.
La opción de que la Unidad Militar de Emergencia (UME) y el Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) realizasen la extracción en helicóptero fue descartada por el elevado riesgo que conllevaría sobrevolar el magma y el acceso por tierra también fue calificado como inviable debido al cerco de ceniza y lava que los rodeaba.