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27 Ene

Cáritas Diocesana de Tenerife denuncia la falta de respuestas de las administraciones a las personas en situación de sin hogar ante las emergencias y fenómenos meteorológicos

Santa Cruz de Tenerife/ El actual temporal de frío y lluvia que azota buena parte de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, ha vuelto a poner de manifiesto la cruda realidad a la que se enfrenta el colectivo de personas en situación de sin hogar.

En este sentido, desde Cáritas Diocesana de Tenerife denunciamos que este tipo de fenómenos meteorológicos tiene consecuencias graves en este colectivo, buena parte del cual vive en barrancos, infraestructuras deficientes o temporales, o directamente en la calle.

Al respecto de esta grave problemática, afirmamos que la mayor parte de los ayuntamientos de Tenerife tienen planes de emergencia que no incluyen este tipo de situaciones, lo que convierte una vez más a las personas sin hogar en "invisibles". Por ello, entendemos que estos planes de contingencia municipales deberían completar protocolos de actuación frente a estas emergencias, como así propuso Cáritas Diocesana de Tenerife en el primer Estudio sobre Exclusión Residencial Extrema, publicado en abril del año pasado.
En dicho informe se contabilizaron un total de 1.784 personas en situación de exclusión residencial extrema en la isla de Tenerife. De ellas, 603 son personas sin techo que pernoctan en espacios públicos a la intemperie; 470 se alojan en un recurso nocturno tipo albergue, viéndose obligados a pasar el día en la calle; 226 personas viven en viviendas con un régimen de tenencia insegura; 318 en estructuras temporales o autoconstruidas (chabolas, cuevas, etc.) y 167 personas viven en alojamientos semiderruidos que no son apropiados para vivir.
El 60% de las personas que están en esta situación de exclusión residencial extrema llevan más de un año sin hogar. Además, en el 33,7% de los casos la persona lleva más de tres años así. El sinhogarismo tiene mayor presencia en la zona metropolitana, aunque es una realidad que afecta a toda la Isla.
El trabajo elaborado por Cáritas Diocesana de Tenerife pone de manifiesto que las personas en situación de exclusión residencial extrema ven negado el ejercicio de su ciudadanía y son privadas del acceso a muchos de sus derechos básicos, como la asistencia sanitaria, la vivienda, la protección social, el empadronamiento o la participación vecinal. Por ello, realizamos una serie de propuestas concretas para avanzar en un escenario de reconstrucción social, que tenga especialmente en cuenta a las personas sin hogar. Entre ellas, está la urgente necesidad de habilitar espacios donde las personas en situación de sin hogar se puedan refugiar ante las adversidades meteorológicas.
Una necesidad que se hace si cabe más imperiosa mientras se mantengan las restricciones sanitarias impuestas por la referida pandemia por la Covid-19, ya que han sido cerrados muchos lugares públicos donde se refugiaban estas personas cuando llovía, como son bibliotecas municipales o centros ciudadanos.
Desde Cáritas Diocesana de Tenerife, finalmente, recordamos que la vivienda es un Derecho Humano, necesario para preservar la dignidad de todas las personas. Las circunstancias sobrevenidas a raíz de la pandemia mundial provocada por la Covid-19 nos han resituado en un nuevo mapa histórico, en el que emerge una sociedad mucho más frágil y vulnerable, poniendo a la luz la realidad de muchas personas en situación de exclusión residencial extrema sobreviviendo en lugares poco salubres y dignos.

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