El Grupo Social ONCE apoya, con 11 millones de cupones recorriendo todos los rincones de España, la igualdad de las mujeres en el ámbito laboral, salarial y en todos los demás, y reivindica la necesidad de eliminar definitivamente las brechas de género. Para ello dedica su cupón del 22 de febrero al Día de la Igualdad Salarial y el del 8 de marzo al Día Internacional de las Mujeres. Además, denuncia que las mujeres con discapacidad han visto decrecer su salario en 500 euros desde 2010.
José Antonio López, delegado territorial de la ONCE en Canarias y Miguel Ángel Déniz, presidente del Consejo Territorial de la ONCE en Canarias, han presentado estos cupones en un acto en el que ha participado también Jessica Rodríguez, Agente de Igualdad de la ONCE en Canarias y Kika Fumero directora del Instituto Canario de Igualdad.
Para Patricia Sanz Cameo, vicepresidenta de Igualdad del Grupo Social ONCE, "el salario y el empleo son pilares básicos para tener una vida independiente; sin la garantía de una retribución digna, las mujeres con discapacidad no pueden aspirar con libertad a tener una vida en igualdad", e insiste en que "hay que eliminar definitivamente esta brecha y apostar por una igualdad retributiva real entre mujeres y hombres, tengan o no discapacidad".
Con estos dos cupones, el Grupo Social ONCE reivindica la eliminación de la brecha salarial por cuestiones de género, y también por discapacidad, para lograr un mundo con las mismas oportunidades de progreso para todas las personas. Además, quiere recordar que en el Grupo Social ONCE trabajan más de 30.000 mujeres con las mismas condiciones salariales que sus compañeros, y representan casi un 43% de la plantilla total.
Así, desde el inicio de la ONCE, hace más de 83 años, se decidió que las personas que ocupan puestos de trabajo de igual valor cobran lo mismo, con independencia de que sean mujeres u hombres, y de que tengan o no discapacidad.
Los salarios de las personas con discapacidad en España presentan una evolución negativa en los últimos 10 años respecto al conjunto de la población, y esta tendencia se acentúa más en las mujeres con discapacidad, lo que provoca que éstas se encuentren en una situación de mayor discriminación y vulnerabilidad.
Desde 2010 hasta 2019 (últimos datos disponibles del INE), el salario de las personas con discapacidad apenas se ha incrementado un 0,10%, lo que se traduce en un aumento de sólo 20 euros en nueve años. Sin embargo, el salario medio de las personas sin discapacidad se ha incrementado un 7,3% en los últimos nueve años. Estos datos evidencian que el salario de las personas con discapacidad es un 16,1% inferior al de las personas sin ella, lo que se traduce en que las primeras cobran anualmente unos 4.000 euros menos que las segundas.
Mujeres con discapacidad, 500 euros menos que en 2010
En el caso de las mujeres con discapacidad, la situación es todavía más desfavorable. La evolución de su salario es claramente peor, y su retribución actual es un 2,5% inferior a la percibida en 2010, es decir, las mujeres con discapacidad cobran casi 500 euros menos que en el año 2010.
Una vez más, se aprecia doble discriminación, por género y discapacidad, puesto que las mujeres sin ella han mejorado su salario medio un 10,2% en los últimos nueve años, para elevar la diferencia salarial entre mujeres con y sin discapacidad hasta el 13,3%.
Por otra parte, la menor edad también incide en la precariedad salarial, por su menor experiencia, lo que se refleja en que el salario de las mujeres más jóvenes con discapacidad ascendía en 2019 a 12.478,20 euros brutos anuales, es decir, unos 2.400 euros anuales menos que para las mujeres jóvenes sin discapacidad, y 2.006 euros menos que para los hombres jóvenes con discapacidad.
Por tipo de discapacidad, el salario de las personas con discapacidad intelectual suele tener la cota más baja, con apenas 13.136 euros brutos anuales. En este grupo de personas, las mujeres reciben un salario aún más bajo, de sólo 11.390,70 euros en doce meses.
Igualdad en el Grupo Social ONCE
El Grupo Social ONCE (ONCE, Fundación ONCE e ILUNION) es el cuarto mayor empleador español no público, con más de 72.000 trabajadoras y trabajadores, de los que un 58% son personas con discapacidad. Y cumple criterios de paridad, dado que las trabajadoras rozan el 43% de la plantilla, siendo más de 30.000 las mujeres empleadas, de las que casi un 50% tienen discapacidad. Y el máximo órgano de Gobierno, el Consejo General de la ONCE, es paritario (seis hombres y cinco mujeres), con dos vicepresidentas.
Además, la incorporación de nuevos empleados/as al Grupo Social ONCE contempla discriminación positiva, y ante igualdad de condiciones en la terna final de candidatos/as, se debe seleccionar a la persona del género menos representado en el área o departamento en el que se necesita cubrir la vacante, contribuyendo a alcanzar un mayor equilibrio horizontal entre trabajadoras y trabajadores.
Para avanzar en esta línea, el Grupo Social ONCE trabaja desde el Observatorio de Igualdad de Oportunidades, basado en los principios de igualdad, no discriminación, acción positiva y accesibilidad universal, promoviendo que la Organización se impregne transversalmente de ellos.
En esta línea, Fundación ONCE ha lanzado varios videos de sensibilización y un programa de mejora de la empleabilidad para mujeres víctimas de violencia de género con discapacidad, con el compromiso de atender al menos a 1.140 mujeres, insertar laboralmente a 244 y apoyar 13 acciones de emprendimiento. ILUNION abre sus puertas laborales a la contratación de estas mujeres, con 110 empleos para ellas en 2021; y la ONCE ha puesto en marcha la figura del Agente de Igualdad (contando con 22 en todo el territorio), impulsada en el último convenio colectivo y en el Plan de Igualdad.
Por su parte, el Consejo General de la ONCE ha puesto en marcha el proyecto "Discapacidad con Talento en Femenino", con la finalidad de incrementar la presencia de mujeres con discapacidad en la plantilla del Grupo Social ONCE, y para ello, por ejemplo, se trabaja para mejorar la presencia femenina en el colectivo de agentes vendedores/as de los productos de lotería responsable de la ONCE, un trabajo digno por el que no se cobra diferente por cuestiones de género.