El siguiente gráfico refleja la evolución del índice de envejecimiento de la población en Canarias en la última década:
Contrasta la cifra actual (133%) con la de hace siete años cuando Canarias era aún joven. Como se observa en el gráfico, en 2015 aún había mayor población menor de 16 que mayor de 64, con un índice de envejecimiento del 98,1. A partir del año 2016 Canarias es ya una región envejecida, con una tasa de envejecimiento que supera el 100% y que aumenta velozmente cada año, habiéndose producido el mayor incremento, de hecho, durante el pasado ejercicio.
Este envejecimiento imparable es fruto de la confluencia de dos factores: una tasa de natalidad cada vez menor y una esperanza de vida en tendencia alcista. En efecto, el pasado año la tasa de natalidad en Canarias alcanzó la cifra más baja de toda la serie histórica, con 5,7 nacimientos por cada 1000 mujeres, un 48% menos que hace una década. La tasa de fecundidad anotó un valor mínimo de 0,86 hijos por mujer, muy por debajo del nivel de reemplazo generacional, que debería alcanzar el 2,1 para que la población se mantuviera en el tiempo, sin disminuir su volumen.
El hundimiento de la tasa de natalidad, que viene experimentándose a lo largo de todo el milenio, se intensifica en este marco de crisis cíclicas, en los que se interponen numerosos obstáculos, principalmente de índole económico y laboral, que dificultan a muchas personas y parejas hacer realidad su proyecto familiar. Así, junto a los efectos de la pandemia aún presentes en muchas capas de la población, emerge hoy un nuevo elemento: el efecto del alza en la inflación y la crisis de suministros, agravado por la guerra de Ucrania: un escenario que dispara la incertidumbre y las dificultades económicas de muchas unidades familiares, que deciden posponer los nacimientos o renunciar a la maternidad o paternidad.
Mientras, la esperanza de vida continúa su escalada y hoy se sitúa en los 82 años en Canarias, una cifra que si bien no ha experimentado cambios con respecto a hace un lustro, alcanza valores bastante superiores a los registrados a principios del milenio (77,5 años en el año 2000).
Esta crisis demográfica tiene un gran impacto en otro indicador: el ratio de afiliados por pensionista.
La actual relación cotizante-pensionista en Canarias es de 2,5, una cifra que aún por debajo de la tasa 2,6 que, según los expertos, sería necesaria para que desapareciera el actual déficit contributivo de la Seguridad Social. "El ratio actual no garantiza la sostenibilidad del sistema de pensiones y exige dar respuesta urgente a retos como la cronificación sistemática del desempleo entre los profesionales más veteranos, invertir más recursos para regularizar la economía sumergida o impulsar incentivos fiscales y laborales para impactar en las familias y estimular la natalidad. Además, los planes privados y de capitalización habrán de adquirir una progresiva importancia, como ya sucede en países como Alemania, Reino Unido o Dinamarca", - afirma Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
Envejecimiento por comunidades autónomas
Canarias presenta un índice de envejecimiento similar al nacional (133,5%) y ocupa el puesto número 9 en el ránking de comunidades más envejecidas.
COMUNIDAD AUTÓNOMA Índice envejecimiento año 2022 Índice envejecimiento año 2021
Asturias, Principado de 240,0 231,1
Galicia 213,5 207,3
Castilla y León 211,4 204,4
Cantabria 173,0 165,5
País Vasco 164,1 158,5
Extremadura 152,0 147,5
Aragón 151,6 147,8
La Rioja 145,2 141,3
Canarias 133,9 126,2
Comunidad Valenciana 132,7 129,1
Navarra 128,1 124,3
Cataluña 123,8 120,1
Castilla - La Mancha 123,6 120,2
Comunidad de Madrid 117,7 113,5
Andalucía 111,8 107,9
Baleares 108,9 105,7
Murcia 92,6 90,4
Ceuta 65,5 61,7
Melilla 48,9 46,3
Total Nacional 133,5 129,2
De las dos provincias canarias, lidera el ranking de envejecimiento Santa Cruz de Tenerife (145,7%, es decir, se contabilizan 145 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16), mientras que el índice de envejecimiento de Las Palmas es de 123,1%
Índice de Envejecimiento por provincia
Año 2022 Año 2021
Santa Cruz de Tenerife 145,7 137,6
Las Palmas 123,1 115,6
CANARIAS 133,9 126,1
Talento sénior: la fuerza laboral dominante de este siglo
El envejecimiento de la población constituye uno de los fenómenos más determinantes de este siglo, siendo sus efectos ya muy evidentes, y particularmente visibles en el mercado laboral. Así, el 14% de las personas que tienen trabajo o lo buscan en Canarias tiene 55 años o más, frente al 11% de hace una década: en 2030 superarán el 16% de la población activa.
A pesar de este peso cada vez mayor de la fuerza laboral sénior, se produce una paradoja, ya que las personas mayores de 55 años encuentran dobles barreras para acceder al mercado laboral. En la actualidad, 40.300 profesionales que superan esta edad buscan trabajo en Canarias y el 58% es desempleado de larga duración, una cifra que desciende hasta el 47% para el resto de la población.
Estas barreras tienen su origen en prejuicios y estereotipos sociales que se trasladan a las empresas en forma de reticencias a la hora de incorporar profesionales sénior. Por ejemplo, que sus competencias estarán obsoletas, que serán menos flexibles o que tendrán una menor capacidad de aprendizaje. "Se trata de creencias muy estereotipadas y anacrónicas, que además eclipsan los valores habitualmente presentes en las personas sénior como la experiencia, la madurez, el pensamiento crítico o la templanza. A estas creencias se une otro factor, y es la tendencia a la cronificación del desempleo entre los mayores de 55 años: muchos afrontan la búsqueda de trabajo tras perder el empleo en su empresa de toda la vida, o acumulando largos periodos de inactividad, por lo que no están familiarizados con los nuevos canales de búsqueda de empleo o presentan dificultades para construir su discurso profesional y poner en valor sus competencias"- explica Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
A la luz de esta realidad, la Fundación Adecco reivindica el talento sénior como indiscutible motor para la competitividad de las empresas y del país en su conjunto: "el empleo de los profesionales mayores de 55 años no solo es un asunto de justicia social, sino un elemento clave para la sostenibilidad de nuestro Estado del bienestar, particularmente en lo que respecta al sistema de pensiones. La discriminación laboral por edad es una absoluta sinrazón, en medio de un invierno demográfico en el que la edad de jubilación tiende al alza y en el que los profesionales sénior van a convertirse en la fuerza laboral dominante. Sin embargo, no se trata únicamente de un tema económico, sino de un factor crítico para promover un envejecimiento saludable y activo, teniendo en cuenta que el desempleo, especialmente cuando se prolonga en el tiempo, es uno de los grandes disparadores de problemas de salud mental (depresión, estrés, etc.) cada vez más frecuentes entre los desempleados mayores de 55 años. Es por tanto fundamental posicionar el talento sénior como prioridad nacional, tanto en las dinámicas públicas como en las estrategias empresariales, de modo que las personas mayores de 55 años puedan competir en el mercado laboral en igualdad de condiciones y encontrar una ocupación de forma sostenible en el tiempo"- asegura Francisco Mesonero.
A este respecto, el directivo añade que: "Las políticas activas de empleo, con foco en la formación y recualificación de las personas sénior, para reubicarles, si es preciso, en otros sectores que actualmente están generando empleo, así como la apuesta por el #TalentoSinEtiquetas y las políticas de reskilling y upskilling en las empresas, son herramientas clave para poner en valor el talento sénior y avanzar hacia empresas y sociedades más competitivas y resilientes".