Durante los meses de octubre y noviembre, los coordinadores del Partido Animalista en las provincias de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, Cristo Gil e Iris Sánchez respectivamente, han recogido más de 20.000 firmas en total para pedir a los ayuntamientos capitalinos de las islas de Tenerife y Gran Canaria que regulen el uso de los petardos por razones sociales y medioambientales. No se descarta desarrollar campañas similares en otras ciudades.
Recientemente, también criticaron que el paseo del Parque de Málaga, donde murieron varios gatos el año pasado a consecuencia de la pirotecnia, continúa lleno de restos de cartuchos y mobiliario urbano deteriorado por la combustión de los artefactos.
Sin embargo, ha sido la muerte de un perro al lanzarse de un séptimo piso en Palencia lo que ha vuelto a avivar la polémica: aseguran que, mientras se siga usando pirotecnia, las desgracias no cesarán. Sostienen que son más llamativos estos casos porque las personas los pueden documentar y denunciar, pero que las víctimas mortales son, en su mayoría, aves y otros pequeños animales que no soportan las detonaciones.
"Las Navidades son un suplicio para quienes tienen animales, familiares con alta sensibilidad o bebés por culpa del uso de pirotecnia, la cual es absolutamente prescindible y no debería ser manejada a la ligera, como lo es actualmente", explica la portavoz de PACMA, Yolanda Morales. "Todos hemos visto a niños y adolescentes lanzar petardos, y de vez en cuando podemos leer noticias relacionadas con la pérdida de dedos por un uso indebido", continúa, "los ayuntamientos, principales responsables de su regulación, deben implicarse para limitar el uso de estos artefactos progresivamente hasta su total sustitución por otras modalidades silenciosas, como ya se hace en otros países. La pirotecnia convencional convierte la Navidad en un suplicio para muchos ciudadanos", concluye.