Si bien no se conoce totalmente el origen de esta patología invalidante, "existen factores genéticos y hormonales que combinados con factores externos de tipo ambiental, alimenticios e incluso climáticos, influyen en la aparición y frecuencia de la migraña", explica el Dr. Eugenio Ontañón, neurólogo responsable de la Consulta Monográfica de Cefaleas del servicio de Neurología del Hospital de La Candelaria. "Basta como ejemplo el hecho de que en las citas habituales con los pacientes, muchos refieren un empeoramiento de su estado y una exacerbación de los síntomas coincidiendo con fenómenos meteorológicos adversos".
La migraña no se debe a una lesión orgánica sino a un trastorno neurológico de tipo disfuncional con origen en el tronco del encéfalo, una parte del sistema nervioso central. En él tiene su origen una serie de alteraciones que como consecuencia producen una inflamación estéril y una dilatación de las arterias cerebrales, provocando un intenso dolor de cabeza, entre otros síntomas.
Una enfermedad crónica que puede tratarse
La migraña es una enfermedad a la que "si no se le presta la atención apropiada, un diagnóstico certero y un tratamiento farmacológico, puede convertirse en una patología invalidante para quien convive con ella, tanto en su dimensión personal, familiar, social y laboral, pues muy difícilmente una persona con este tipo de cefalea podrá realizar tareas cotidianas", determina el Dr. Eugenio Ontañón, neurólogo del Hospital de La Candelaria. "Esta patología es episódica si solo aparecen ataques agudos menos de 15 días al mes; se complica cuando el proceso migrañoso está presente más de quince días al mes, dando origen a la migraña crónica o migraña transformada".
La migraña suele presentarse por primera vez en la segunda o tercera década de la vida aunque esta enfermedad puede debutar a cualquier edad, pues se han descrito casos en ancianos de 90 años e incluso en lactantes.
Actualmente no existe una cura definitiva para la migraña; no obstante sí existen tratamientos farmacológicos preventivos muy eficaces que mejoran la calidad de vida de los pacientes al reducir la frecuencia y/o intensidad de los ataques migrañosos; dichos tratamientos preventivos consisten en la toma diaria y continuada en el tiempo de fármacos específicos.