Brígida Mendoza ha señalado que la "Encuesta sobre Tabaquismo en Jóvenes. Canarias 2012" impulsada por la Dirección general de salud pública tiene por finalidad averiguar aspectos relevantes sobre el consumo de tabaco en los escolares canarios entre 12 y 18 años y sus determinantes, ayudando a disipar dudas derivadas de diferentes estudios previos acerca de la prevalencia del consumo para planificar las acciones correctivas de acuerdo con la situación real en Canarias.
La consejera ha recordado que los programas de prevención en Canarias se han venido desarrollando desde hace muchos años, obteniendo resultados muy positivos, como se informó hace unas semanas con motivo de la entrega de los diplomas de fin de curso del Programa ITES de Intervención sobre Tabaquismo en Enseñanza Secundaria. Sin embargo, para optimizar los sistemas de evaluación es necesario conocer algunas de las características específicas de los jóvenes fumadores en Canarias, lo que nos llevó a la necesidad de realizar esta encuesta.
Los jóvenes encuestados pertenecen a centros de secundaria de las siete islas, escolarizados desde 1º de ESO hasta 2º de bachillerato, y los resultados principales demuestran un descenso generalizado del consumo en ambos sexos para todas las edades con respecto a encuestas anteriores, en la línea de lo que está ocurriendo a nivel nacional. El consumo de tabaco va ascendiendo a medida que lo hace la edad.
Brígida Mendoza ha revelado durante la rueda de prensa uno de los datos más preocupantes que se han obtenido en esta encuesta: la edad de consumo del primer cigarrillo se mantiene muy baja, alrededor de los 13 años y medio.
En cuanto a los entornos familiares, los resultados han servido para confirmar los que ya se dio a conocer en la campaña del día Mundial Sin Tabaco de este año: que los entornos familiares influyen decisivamente en el consumo de los jóvenes.
Por otro lado, se ha comprobado que el autocuidado y las percepciones de riesgo para el consumo de tabaco son menores en los fumadores.
Perfil del joven fumador canario
El director general de Salud Pública del Gobierno de Canarias, José Díaz Flores, ha proporcionado el perfil del joven fumador canario según la encuesta:
Tiene entre 15 y 18 años, probablemente de sexo masculino
Fumó el primer cigarrillo a los 13,5 años
Comparte espacios cerrados con dos progenitores fumadores y tiene hermanos mayores fumadores
También es más frecuente que en su grupo de amigos haya fumadores.
Tiene una percepción de riesgo por el consumo de tabaco baja
Tiene una autoestima más baja que sus compañeros no fumadores, mostrando menos agrado por su imagen corporal, sobre todo las chicas.
Con respecto a otras hábitos de vida, se suele saltar más frecuentemente alguna de las comidas principales, duerme de media una hora menos al día que los no fumadores, hace mucho menos ejercicio y presenta una nivel de estrés académico ligeramente mayor.
En cuanto al consumo de otras sustancias, consume de media más bebidas alcohólicas a la semana y ha tenido más episodios de embriaguez que sus compañeros no fumadores.
Por último, para el consumo de otras drogas de curso no legal, consume marihuana en un proporción siete veces superior que los que no fuman tabaco y unas 3 veces más sustancias como inhalables volátiles
Resultados destacados de la encuesta
El responsable de la Unidad de Tabaquismo de la Dirección General de Salud Pública, Antonio Torres Lana, ha dado ha conocer los resultados de la encuesta, que revela que:
El 10,2% de los escolares canarios son fumadores actualmente (10,9% de los chicos y 9,6% de las chicas),y el consumo máximo se produce a los 18 años (18%), tanto en chicas (14,7%) como en chicos (20,6%).
La edad media a la que se ha probado el tabaco es a los 13,5 años, y el producto más consumido son los cigarrillos (62,2% de los fumadores los consumen), seguidos del tabaco de liar (15,7%). El consumo medio de los fumadores es de 5 cigarrillos diarios.
El 21,8% de los fumadores encuestados reconoce que ahora fuma menos que antes de la entrada en vigor de la Ley 42/2010.
Un dato negativo es que casi la mitad (48%) compra el tabaco que fuma, aunque no tiene la edad legal para hacerlo.
En los hogares en los que fuman ambos progenitores y los hermanos es en los que hay más probabilidades de que los jóvenes encuestados sena fumadores.
En Resumen, estos datos aportan un gran valor para reforzar los programas de prevención que ya están en marcha y en los que ya se asume que el consumo de tabaco no es un fenómeno aislado en la conducta de los jóvenes. Estos programas incorporan aspectos tan variados como la percepción de riesgo, la valoración de la autoestima y las habilidades personales y sociales.
