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14 Ago

Hábitos saludables a la hora de dormir disminuyen el riesgo de sufrir accidentes laborales

Canarias / Entre un 4-6% de hombres y un 2-4% de mujeres sufren trastornos respiratorios relacionados mientras duerme, como el síndrome de la apnea hipopnea del sueño (SAHS). El Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria atiende cada año entre 900 y 1.000 pacientes nuevos en la Unidad del Sueño.


Evitar el tabaquismo, no consumir alcohol durante la noche, perder peso en caso de obesidad y dormir de lado, son algunos consejos para lograr un descanso reparador y mejorar nuestra calidad de vida. La excesiva somnolencia durante el día se asocia a enfermedades cardiovasculares, una menor calidad de vida y favorece el riesgo de accidentes laborales y de tráfico.

Especialistas del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria (HUNSC), adscrito a la consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, recuerdan la importancia de mantener hábitos de vida saludables y adoptar una serie de pautas a la hora de dormir para minimizar los efectos de los trastornos respiratorios del sueño, entre los que se encuentra el insomnio y la excesiva somnolencia diurna, provocados mayoritariamente por el Síndrome de Apnea Hipopnea del Sueño (SAHS), una patología que se caracteriza por pausas respiratorias recurrentes durante el descanso nocturno, con una duración superior a 10 segundos y un mínimo de 5 ó 10 episodios por hora.

Si durante las horas de descanso nocturno se ronca o se entrecortan ronquidos, se registran despertares con sensación de ahogo y durante el día se duerme con facilidad -incluso hablando o comiendo- o se ha tenido algún accidente por este motivo, entonces ha llegado el momento de acudir al médico porque, probablemente, estos síntomas indiquen que se padece el síndrome de apnea hipopnea del sueño (SAHS). Se trata de una patología respiratoria que causa fatiga y que si no es tratada adecuadamente, merma la calidad de vida de quienes lo padecen.

Se estima que afecta entre un 4-6 % a los hombres y en menor porcentaje a, entre un 2-4% a mujeres.

Síntomas, factores de riesgo y recomendaciones

Según explica la Dra. Alicia Pérez, neumóloga responsable del área respiratoria de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria, "los síntomas nocturnos más evidentes son los ronquidos, apneas perceptibles por la pareja de la persona enferma, sudoración, despertares con sensación de asfixia... Y durante el día, sueño excesivo en horario laboral, cansancio crónico, dolor de cabeza, irritabilidad, situaciones de depresión y disminución del apetito sexual", de ahí que los pacientes que llegan al hospital en busca de un estudio más detallado de su caso provengan de diferentes especialidades médicas y también desde Atención Primaria", detalla.

La apnea del sueño, además de asociarse a una merma en la calidad de vida, viene aparejada a la presencia de enfermedades cardiovasculares y a la posibilidad de sufrir accidentes laborales y de tráfico. Si bien la obesidad es el principal factor de riesgo para padecer SAHS, existen otros elementos determinantes para padecerlo como la hipertrofia amigdalar (fundamentalmente en niños) o alteraciones craneofaciales. Además también influyen la cuestión de género, el consumo de tabaco y alcohol, así como dormir boca arriba.

Por ello, los especialistas del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria recuerdan la importancia de "llevar unos hábitos de vida saludables como no fumar, perder peso en caso de obesidad, evitar la ingesta de alcohol durante la noche y dormir de lado, permiten dormir mejor y con ello lograr descanso reparador; así se pueden evitar consecuencias fatales como la hipertensión, la diabetes o enfermedades cardiovasculares desde el punto de vista médico, además de accidentes laborales o de tráfico, provocados por la fatiga y la somnolencia diurna".

Tratamiento con CPAP

Algunas personas con apnea del sueño requieren de dispositivos que favorezcan un mayor flujo de aire y oxígeno mientras duermen para impedir que las vías aéreas se cierren durante las horas de sueño. Estos instrumentos, denominados CPAP, son mascarillas nasales que se colocan a la hora de dormir y actúan como soporte ventilatorio complementario.

Aunque pueda resultar incómodo durante los primeros días, el paciente se acostumbra a llevar CPAP y nota mejoría rápidamente, pues verá cómo se reduce el número de despertares nocturnos, tendrá menor somnolencia durante el día, mejorará su estado anímico y lo que es más importante, descenderá el riesgo de tener hipertensión y patologías cardiovasculares.

"La adherencia y el compromiso del paciente para llevar a cabo este tratamiento tal y como se le indica es clave para su eficacia", determina la Dra. Alicia Pérez, responsable del área respiratoria de la Unidad del Sueño del HUNSC.

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