Cuando presenciamos un accidente es fundamental detenerse y colaborar alertando al 1-1-2, siempre cerciorándose antes de intervenir de que el lugar es seguro para sí mismo. Hay que comunicar con calma al médico coordinador del SUC el número de heridos, si se encuentran atrapados y las lesiones que presentan según lo que apreciamos externamente, prestando especial atención al nivel de consciencia y su nivel de movilidad, siguiendo a continuación las indicaciones prestadas en la teleasistencia.
En la alerta hay que indicar el lugar donde se ha producido el accidente de la forma más exacta posible y en el caso de que el siniestro se registre en una autopista o autovía, es muy importante conocer el sentido en el que circulaban los vehículos porque de ello dependerá la rapidez en la llegada de los recursos de emergencia.
Tras llamar al 1-1-2, si el afectado se encuentra atrapado es recomendable apagar el contacto del vehículo y, si no hay riesgo, permanecer junto a él y trasmitirle tranquilidad mientras se espera la llegada de los diferentes recursos de seguridad y emergencias, ya que en estas situaciones actuar de forma incorrecta puede empeorar gravemente el alcance de las lesiones que un primer momento ha podido sufrir la persona accidentada. Además, hay que tener en cuenta que nunca se debe dar de comer o beber a un afectado tras un accidente.
Cuando el herido sufre un traumatismo craneal es vital no moverlo y esperar la intervención del personal sanitario, pero es de suma importancia vigilar la evolución del paciente, si puede hablar sin dificultad o si por el contrario se encuentra somnoliento o pierde la consciencia, informando de cualquier cambio inmediatamente al médico coordinador del SUC por si fuera necesario tomar algún tipo de medida complementaria.
En el caso de que el traumatismo haya producido una contusión, esguince o fractura en alguna extremidad es importante inmovilizar la zona afectada y mantenerla elevada.
Antes de intervenir es fundamental mantener la calma y transmitírsela a la persona accidentada, seguir las indicaciones prestadas mediante teleasistencia por el SUC y esperar a la llegada de la ayuda especializada, nunca actuar por intuición sin saber si se está procediendo correctamente.
La importancia del interrogatorio
La batería de preguntas que realiza el operador que atiende la llamada y posteriormente el médico del SUC al alertante, que se convierte en la persona que "diagnostica" en un primer momento las lesiones aparentes del accidentado, es imprescindible para prestar una teleasistencia correcta en la que indicar lo que debe hacer hasta la llegada del personal sanitario. Los datos recabados en la alerta ayudan al facultativo a identificar el tipo y el número de recursos sanitarios más adecuado a la situación y el lugar en el que se ha producido el incidente.
Por todo ello, se considera que los primeros intervinientes son fundamentales en la resolución de un incidente, es necesario que intenten mantener la calma y contestar de la manera más detallada y clara posible a las preguntas que se le realizan porque de ello puede depender la vida de los afectados en un accidente.