Las parejas encuestadas comentan, como otro de sus beneficios, la supresión de efectos secundarios que producen algunos métodos artificiales.
Los más conocidos son:
• Coitus Interrumptus o más conocido como "la marcha atrás": Consiste en retirar el pene de la vagina antes del momento de la eyaculación.
• Método del Ritmo: Se trata de establecer un cálculo de regulación en el ciclo menstrual de una mujer para reconocer los días de mayor fertilidad y una vez identificados, abstenerse de practicar sexo en esos días para evitar el embarazo.
• Método de la Temperatura Basal: Consiste en realizar un seguimiento de la temperatura del cuerpo para identificar los días de mayor fertilidad.
• Método de Billings: Es un método que también tiene como fin identificar los días de mayor fertilidad en las mujeres, pero esta vez se consigue mediante el análisis del moco vaginal (en función de su cantidad y naturaleza).
• Método Sintotérmico: Surge de la suma del método de Billings y de la temperatura basal, con lo cual, se considera uno de los métodos más fiables dentro de la naturaleza de los anticonceptivos.
• Amenorrea de la Lactancia: Es un método anticonceptivo basado en el uso de la lactancia.
Javier Rodríguez, director del portal sexologuia.com, comenta acerca de esta tendencia: En el uso de estos métodos encontramos más puntos en contra que a favor y en ningún caso deben prescribirse a parejas esporádicas. No son muy fiables ya que se basan en ciclos mensuales que pueden verse alterados por múltiples factores, además de que son muy subjetivos. Cada mujer es diferente e inciden muchos factores, por ejemplo, el estado de ánimo, el estrés, la alimentación, la época del año, etc. Lo que realmente es importante es que ninguno de estos métodos ofrece protección contra el SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual.