El Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria (HUNSC), adscrito a la consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, acoge estos días el VII Curso Avanzado en Técnicas Intervencionistas para el Tratamiento del Dolor Crónico y el V Simposium Actualizaciones en Dolor Crónico.
Organizado por la Unidad del Dolor del centro hospitalario, este encuentro se consolida como cita indispensable para los profesionales sanitarios expertos en el tratamiento del dolor que desean profundizar en las últimas técnicas y novedades.
Durante dos días y en pequeños grupos, los especialistas han rotado por las instalaciones de la Unidad de Cirugía Sin Ingreso examinando casos prácticos y empleando para ello diversas técnicas novedosas apoyadas en el uso de la ecografía, que permiten la localización anatómica de la diana o target a diferentes niveles del dolor.
Este año, el dolor discogénico, que es el que se produce en los discos lumbares, ha sido uno de los temas protagonistas de estudio, debate y análisis práctico. "Se trata de unas de los motivos de consulta más frecuente en los especialistas y sigue siendo uno de los grandes retos para los especialistas tanto su diagnóstico como su abordaje terapéutico", explica el Dr. José Luis Rodríguez, jefe de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria, quien reconoce que "en los últimos años se ha avanzado en numerosos tratamientos mínimamente invasivos, desde el punto de vista percutáneo, para aliviar el dolor de esta patología discal".
Desde el punto de vista médico, el dolor se trata en primer lugar con farmacoterapia pero si el resultado no es el deseado se utilizan otros procedimientos para remitirlo, como las intervenciones mínimamente invasivas y las quirúrgicas.
Los nervios son los transmisores de la sensación del dolor, de ahí que para controlarlo haya que trabajar con estos canales conductores. En este punto aparece la figura de las Unidades de Dolor en el tratamiento del dolor agudo o crónico y su papel consiste, básicamente, en bloquear la sensibilidad de determinados nervios o terminaciones nerviosas para evitar que la señal de dolor o sufrimiento llegue al cerebro, lo cual requiere conocimiento anatómico, control de visualización imágenes y el uso de técnicas intervencionistas como bloqueos, radiofrecuencia, neuroestimulación y analgésicos intratecales.
Gracias a las técnicas percutáneas poco invasivas que se efectúan en las Unidades del Dolor, se consigue mejorar la calidad de vida de un paciente erradicando el sufrimiento y el dolor, aunque siga teniendo una enfermedad de base.