Pero el origen de la resistencia no es exclusivamente sanitario ni tampoco hospitalario, pues en el entorno ambiental, por ejemplo, se dan situaciones generalizadas a nivel mundial como el empleo de antibióticos para la producción ganadera, incorporados en la alimentación de los animales para evitar enfermedades y favorecer su crecimiento.
Los antibióticos constituyen las principales herramientas terapéuticas para combatir las infecciones originadas por bacterias, pero el arsenal terapéutico cada vez es más limitado para tratar enfermedades infecciosas graves debido a que el uso excesivo de estos medicamentos en las últimas décadas, ha provocado una mayor resistencia de estos microorganismos, cuya capacidad para regenerarse es más veloz que el descubrimiento de nuevas terapias.
Por este motivo, expertos de la salud en áreas tan diversas como medicina interna, anestesiología y reanimación, medicina preventiva, medicina y cuidados intensivos, microbiología y farmacia hospitalaria, entre otras, han profundizado en los aspectos que rodean a la prevención y el tratamiento de infecciones nosocomiales, que son aquellas que se producen en el ámbito hospitalario.
Según explica el Dr. Marcelino Hayek, especialista de Medicina Interna y presidente de la Comisión de Infecciones, Profilaxis y Política Antibiótica del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria, "en el momento en que un paciente ingresa en cualquier centro hospitalario está expuesto a numerosos agentes patógenos y microorganismos que en situación de enfermedad y con el sistema inmunológico debilitado, pueden derivar en infecciones".
"Las infecciones multirresistentes tienen una importante repercusión en el sistema sanitario, pues influyen directamente en una mayor morbilidad y mortalidad de los pacientes durante su ingreso, además de incrementar la estancia hospitalaria y por tanto, los costes", concreta el Dr. Hayek.
Por su parte, el Dr. Álvaro Torres Lana, jefe del servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria, expuso que "las multirresistencias se presentan en formas muy diferentes en cada entorno hospitalario y que las medidas para contener esta situación que supone un problema de salud para la comunidad hospitalaria, deben pasar por la prevención en primer lugar, como la normalización de prácticas como la higiene de manos; además de por la implementación de precauciones estándar basadas en la transmisión, estrategias de optimización y monitorización de medicamentos y la consulta multidisciplinar entre especialistas para diseñar medidas de contención y terapias ajustadas".