Por todo ello es necesario adoptar las siguientes precauciones:
- Evitar tirarse de cabeza sin conocer la profundidad de la piscina o de la zona de la costa. Por norma general la profundidad deberá ser superior a los 1,5 metros, aunque si el bañista se lanza desde una mayor altura la profundidad también debe ser mayor.
- Introducirse lentamente en el agua y de pie y, en caso de lanzarse de cabeza, que sea con los brazos estirados situados en prolongación del cuerpo. Evitar saltar o bucear en aguas turbias en las que no se aprecien otros nadadores y objetos.
- Se debe tener especial precaución con bordillos y zonas mojadas de piscinas para no resbalar, caer al agua, lesionarte o lesionar a otros. También se debe tener precaución con toboganes y trampolines.
- Bañarse en zonas reservadas y habilitadas para el baño, evitando áreas no aptas o por las que circulen vehículos acuáticos (motos, tablas de windsurf, lanchas...). Además, se deben elegir playas o piscinas que estén supervisadas o vigiladas por socorristas, y respetar las banderas de señalización.
Para el COFC es muy necesario que los bañistas tomen conciencia del peligro que puede suponer sumergirse en el agua de forma inadecuada.