Durante el año 2013 se notificaron un total de 162 casos nuevos de tuberculosis, lo que representó una tasa de 7,18 casos por 100.000 habitantes. En el año 2012 las tasas de afectación en la población fueron de 7,01 casos por cien mil habitantes
En el momento de la creación del Registro de Tuberculosis las cifras de esta enfermedad para Canarias eran de 284 casos y una tasa de 16,62 por 100.000 habitantes en 2001, y de 252 casos y una tasa de 14,73 por 100.000 habitantes en 2002.
Datos del Anuario de Registro de Tuberculosis en Canarias
Según la procedencia de los casos, en 2014 el 17,9% de los casos fueron foráneos mientras que en 2013 lo era el 22,2%. 4. Por grupos de edad y para el total de la población, se observó como el grupo de 35 a 54 años es el que tiene una tasa de afectación mayor en ambos sexos en conjunto. El hecho más significativo fue que se mantenían las tasas de afectación muy bajas en el grupo de edad de 5 a 14 años.
De los factores de riesgo asociados a la tuberculosis y en porcentaje respecto a 2013, en 2014 se mantenían prácticamente los porcentajes de casos VIH positivos y/o UDIs (usuarios de drogas por vía intravenosa), mientras que aumenta el porcentaje de casos con antecedentes de alcoholismo.
Del total de casos de 2014, el 68,2% de los mismos se curaron o finalizaron el tratamiento mientras que se incrementó el epígrafe "Otros resultados" en los que se engloban los tratamientos prolongados.
En 2014 se estudiaron el 93,23% de los convivientes y contactos de los casos de tuberculosis declarados, hallándose un 17,8% de los mismos positivos.
Se produjo un aumento del número de brotes en la provincia de Las Palmas, aunque limitados en su mayoría al ámbito familiar, mientras que no ha ocurrido ninguno en la provincia de S/C de Tenerife.
Comparando la incidencia de la enfermedad con otras comunidades autónomas y la media nacional, Canarias es la tercera comunidad con menor tasa de incidencia. Sólo Andalucía y Extremadura tienen menor incidencia que Canarias con 6,66 y 6,22, siendo la tasa nacional de 10,80 casos por 100.000 habitantes.
Agente causal de la tuberculosis
La tuberculosis incluye un amplio rango de enfermedades causadas por especies del complejo Mycobacterium tuberculosis. Puede afectar a cualquier órgano, siendo la forma pulmonar más frecuente que la extrapulmonar (70 y 30% respectivamente). El reservorio fundamental de Mycobacterium tuberculosis es el ser humano infectado.
El mecanismo de transmisión más habitual es la vía aérea por gotas de pequeño tamaño (0,5 a 10 micras de diámetro). La enfermedad también puede transmitirse por contacto directo a través de mucosas y de piel no intacta, pero estos mecanismos son extremadamente raros en nuestro entorno.
Desde el momento de la infección hasta que aparece una lesión primaria demostrable o una reacción tuberculínica significativa pueden transcurrir de dos a 12 semanas.
Las personas que padecen lesiones activas en el parénquima pulmonar o las mucosas respiratorias en comunicación con las vías aéreas pueden eliminar bacilos en suspensión en gotículas de saliva, con todas las maniobras respiratorias especialmente al toser o estornudar, que al ser inhalados por personas susceptibles llegan a los alvéolos pulmonares donde son fagocitados por los macrófagos, causando una nueva infección.
Todo paciente en el que se aíslen bacilos tuberculosos en una muestra respiratoria se considera a efectos prácticos potencialmente infeccioso. En general se admite que para pacientes con tuberculosis pulmonar sensible a los fármacos tienen que transcurrir dos semanas de tratamiento para que dejen de ser considerados potencialmente infecciosos.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar enfermedad entre los infectados son la diabetes, la silicosis, las terapias inmunosupresoras, la insuficiencia renal crónica, las neoplasias (sobre todo de cabeza y cuello), enfermedades hematológicas (leucemias y linfomas), la malnutrición (pérdida de peso >10% del peso corporal), el alcoholismo, la adicción a drogas por vía intravenosa y la infección por VIH/SIDA. Se trata de una enfermedad estrechamente relacionada con las desigualdades sociales y la pobreza.