Según datos del Instituto Canario de Estadística (ISTAC) de 2016, la población de 65 y más años supone el 15,07% de la población total en Canarias, estando la esperanza media de vida en 81,93 años. En el Archipiélago hay más personas mayores de 65 y más años, que menores de 15 años.
El abordaje de las personas mayores en el Protocolo, que está dirigido a las mujeres y hombres residentes en Canarias con 65 y más años, está centrado en el grado de funcionalidad de las mismas. Dicha funcionalidad es considerada como el mejor predictor para la fragilidad, y conlleva la valoración en las áreas física, funcional, mental y social que da lugar a una valoración geriátrica integral (VGI) de la persona mayor. La Valoración Geriátrica Integral permite establecer cuál es la situación de la persona mayor, -si es autónoma, frágil o dependiente-, para actuar en consecuencia y establecer su seguimiento.
Valoración Geriátrica Integral
La Valoración Geriátrica Integral es un proceso diagnóstico multidimensional e interdisciplinario, integral y continuado destinado a detectar y cuantificar las capacidades y problemas biológicos, psicológicos, funcionales y sociales de la persona mayor para conseguir un plan racional y coordinado del tratamiento y recursos necesarios
A través de la actualización del Protocolo de Atención a las Personas Mayores, la historia clínica electrónica del paciente mayor recogerá todos los datos de su valoración geriátrica lo que permitirá el seguimiento por parte de los especialistas que lo tratan.
Aspectos sociales
Como novedad importante en el desarrollo de la actualización del Protocolo, se ha incluido el análisis del área social del paciente como factor que afecta a la salud y a la autonomía. El 'Estudio sobre factores de riesgo social como predictores de fragilidad en las personas mayores', permite la configuración del Área Social, en la que se valora por ejemplo si el paciente vive solo, si ha perdido a su pareja recientemente, si reside en un centro que reúna las condiciones de atención y cuidados o si situación económica le posibilita la cobertura de necesidades básicas, entre otras cuestiones.