Miembro de la Sociedad Española de Medicina Ortomolecular y del grupo ARI de Estados Unidos para el tratamiento biológico del autismo, la experta explicó que autismo es una enfermedad ambiental que crece sin parar y, tomando como referencia la población global de menores, afecta a uno de cada 36, una cifra realmente alarmante, aseveró al término del primer bloque de conferencias de las Jornadas de Salud Ambiental, que este jueves volverán a contar con una nueva intervención de Clavera.
El incremento de esta patología se inició en 1940, cuando la tenían uno de cada 10.000 pequeños, y comenzó a crecer de forma exponencial a partir de 1980 en coincidencia con la irrupción de la telefonía móvil en la sociedad, apuntó.
En la década de los ochenta tenía autismo un niño de cada 500, luego cada 250, 100 y cada 50 hasta llegar a la tasa actual de uno cada 36, según la cifra oficial de 2016, sin que se vislumbre un fin, sostuvo Clavera. Auguró que la epidemia seguirá creciendo al no haber prevención ni conciencia y avanza hasta la afección de uno cada dos menores en apenas ocho años, insistió.
"El futuro de nuestra humanidad y de nuestra infancia está en grave peligro, incluso existe un riesgo de extinción de nuestra civilización", advirtió Clavera.
Por ese motivo, la epidemióloga apostó por investigar las causas porque se sabe que son muchos los factores que han crecido en la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI que pueden estar relacionados.
De ellos, la principal hipótesis son los factores ambientales y la irrupción de las microondas que se difunden por todo el espacio y penetran en las personas y afectan a su salud. Clavera cree que es una de las causas más importantes, entre otras razonas, porque epidemiológicamente coinciden en el tiempo.
Clavera detalló que una de las principales acciones que deben hacer los ciudadanos para prevenir y disminuir el autismo es la protección contra las microondas. Eso conlleva volver a los cables o desconectar el wifi por la noche y jamás tener un teléfono móvil en la habitación durante los momentos de descanso.
La experta apuntó también a otros motivos como los causantes. Entre ellos, el incremento de los pesticidas, las emisiones atmosféricas, la polución, el uso de antibióticos y medicinas, así como también los nuevos tratamientos de fertilidad que se utilizan para lograr un embarazo.
La concepción in vitro ha aumentado y afectado a la infancia, incidió. Apuntó que el 20 por ciento de los niños con autismo fueron concebidos de forma artificial, sea o no con donantes de óvulo o semen. Agregó que esta relación se debe al incremento de las radiaciones y los tratamientos hormonales, entre otras causas.
Clavera ofrecerá a las 18.20 horas de este jueves una nueva conferencia dentro de las Jornadas de Salud Ambiental organizadas por la Consejería insular de Sector Primario en el Gabinete Literario para ahondar en las precauciones que la población debe tener en cuenta para prevenir y tratar el autismo.
Será tras la apertura a cargo de la endocrinóloga Carme Valls que hablará de la salud ambiental desde la perspectiva de género, y Antonio María Pasciuto, que disertará sobre las enfermedades crónicas y el medio ambiente. Tras Clavera, corresponderá el cierre a Domingo Villanueva que ofrecerá información sobre agroecología y la salud en el suelo.
