Se trata de una técnica terapéutica mínimamente invasiva que pretende extirpar lesiones tumorales planas, extensas y con poca profundidad, tanto benignas como malignas, en el colon, esófago y estómago, siempre y cuando las características de la lesión y las condiciones clínicas del paciente indiquen su viabilidad.
Las doctoras Ana Amorós y Diana García, especialistas de la Unidad de Endoscopia Digestiva del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria son las profesionales que realizan este procedimiento que requiere previamente de una formación técnica compleja y destreza para el abordaje de estas lesiones. "En este sentido", explican las digestólogas, "la colaboración con otros servicios y especialista es fundamental, como son Anatomía Patológica, Anestesia, Cirugía General y Enfermería".
Con este procedimiento se consiguen extirpar y resecar tumores sin tener que recurrir, en la mayoría de las ocasiones, a una intervención quirúrgica, lo que permite una pronta recuperación del paciente en un plazo aproximado de 48 horas.
Disección endoscópica submucosa (DES)
Seleccionado el paciente, siguiendo criterios clínicos y analizado el caso en un comité multidisciplinar, el paciente es informado de la técnica que se va a realizar y es atendido en la consulta de Preanestesia para realizar las pruebas previas necesarias, puesto que para este procedimiento se deberá anestesiar (dormir) al paciente durante el mismo.
Esta técnica se lleva a cabo en la Unidad de Endoscopia Digestiva del Hospital de La Candelaria en la que mediante de forma mínimamente invasiva, se inyecta una sustancia para separar el pólipo de las capa muscular del tubo digestivo, creando una especie de burbuja que permite posteriormente mediante el uso de un endoscopio y un bisturí, e ir cortando el tejido bajo el tumor hasta conseguir extirparlo por completo en una única pieza.
"Sin duda es un gran avance terapéutico y menos traumático que una cirugía, complejo pero también satisfactorio porque evita cicatrices externas en el paciente y si se realiza con éxito, éste puede incorporarse a su vida cotidiana en un plazo de 48 horas aproximadamente", explican las doctoras Ana Amorós y Diana García.
